Elecciones en Chile, 2013.
<<En Brasil votaron a
un mono ¿no?-
<<En el zoo de Río de
Janeiro había hace años un hipopótamo muy popular que se llamaba Cacareco. Ocurrió que en unas elecciones
sin perspectiva, que hubo entonces, Cacareco
resultó el ganador absoluto, con muchos votos de diferencia sobre su inmediato
seguidor, para el puesto de gobernador del Estado de Guanabara, el de mayor
peso político de Brasil>>.
Este triunfo electoral
ocurrió realmente. El hipopótamo no tenía programa de gobierno, no sabía
economía, ni administración, ni manejo político, ni tenía hijo ni nuera, pero
¡por Dios que era simpático! Y ganó las elecciones.
No asumió el cargo porque
era tan simpático que no era humano.
En el año del Señor de 2013
en Chile, se eligió a una candidata que tenía las mismas carencias para
gobernar, simpática, más simpática que Cacareco, tampoco tenía un programa pero
obtuvo una victoria espectacular. No es que los senadores Pizarro y Walker no
hayan leído el programa: es que este no existía, pero los líderes DC apoyaron a
la candidata. Además su simpatía se traspasó a los candidatos de una cosa
llamada Nueva Mayoría, que expresaba realmente un programa, el del Partido
Comunista de Chile, con varios pies en el gobierno y una enorme cantidad de
“patas” en la calle, que se impuso como aplanadora llenando de reformas
irracionales a nuestras instituciones. Los DC felices votaban, haciendo
aspavientos de desacuerdos que no se reflejaron en las votaciones.
Estaban allí porque olían el poder y los
puestos en las reparticiones públicas. O porque ya no son cristianos, (vaya uno
a saber, como decía mi abuela Mercedes)
Como era humana, asumió la
Presidencia de la República.
Llegada que hubo al
gobierno de nuestro querido país, sus secuaces comenzaron a aplicar la política de la retroexcavadora, la
DC era el partido que le daba credibilidad democrática a cuanta tontera se le
antojaba a los reconstructores de Chile (les dice algo lo de los “tontos
útiles”)
Se suele decir que el
triunfo de la Sra. se debió a la mala gestión del gobierno anterior, no
fue así, fue un fenómeno similar al de Cacareco, su simpatía ocultó sus
debilidades como gobernante.
El gobierno de Sebastián
Piñera fue, realmente un gobierno llenó de éxitos, los números lo avalan y lo
demuestran. Pero Sebastián está lejos de ser una persona simpática, como lo fue
Cacareco o la actual presidenta. Es más bien, un poquito pesado, pero es un gobernante que sabe lo que hace y lo hace
bien beneficiando a los chilenos.
En las elecciones
municipales recién pasadas, la Nueva Mayoría fue clara y definitivamente
derrotada.
Al cabo de pocos días, el
coro de los monaguillos de nuestra simpática Sra. encontró que, si se hubieran
realizado la elección presidencial ese día la NM habría ganado la elección
porque la votación de concejales era
la única medida para evaluar los resultados. Ni la pérdida de Santiago, ni la
de Providencia, ni la derrota en Ñuñoa, tenían valor alguno para determinar
ganadores y perdedores. La DC siguió perdiendo votos e identidad, el PPD también
(en realidad nunca ha tenido identidad) perdieron y andan buscando un Cacareco
para las próximas elecciones. Quizás menos simpático, pero descontaminado de la política.
La verdadera comparación
que se deben hacer para evaluar las elecciones es bastante fácil: cuantos votos
sacó la NM en las parlamentarias de 2013
y cuantos saco en las últimas elecciones municipales.
Lo que fue una broma de los brasileños, en Chile es un
dramático desastre.
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