UNOS RECUERDOS DEL PASADO
Escritos de un fundador de la DC.
El problema de La Araucanía es, en
definitiva, un problema político generado por el ex presidente Patricio Aylwin.
He aquí la opinión de uno de los más
respetables fundadores de la Falange Nacional, intelectual, político y
escritor, sobre el tema en general, y sobre el ex presidente en particular.
A.-
Del libro de Jorge Rogers Sotomayor
“Dos Caminos para la Reforma Agraria”
Editorial Orbe 1966
Nota: palabras consideradse ofensivas,
han sido reemplazadas por asteriscos. jba
Pagina 87:
<<Y en el
sur, descendientes de alemanes y chilenos empresistas, tampoco le han
robado nada a nadie.
A veces han logrado destroncar y limpiar el bosque,
cuando no se han destroncado a si mismos.
Allá en el Sur la tierra agrícola ha sido quitada
a la selva virgen>> “Cita de el ingeniero Fernando
Illanes Abbott”.
A continuación
Jorge Rogers escribe:
<<Y yo
agrego de mi cuenta: aquí en Chile, nada hay que restituir al aborigen, que jamás
trabajó la tierra, ni en forma agrícola ni en ninguna otra, pues era un ******
de guerra, solo preparado para la ******, y para otras cosas, muy diferente del
indígena mejicano o peruano que domina el riego y la agronomía mejor que muchos
en la actualidad.
Aquí en Chile,
digámoslo claro, y sobre todo, expliquémoselo a los técnicos americanos que nos
visitan: no tenemos nada que restituir a nadie.
Antes, ellos,
los norteamericanos, debieran retornar sus tierras a los “pieles rojas...”
B.-
El senador Espina ha recurrido al aval del expresidentes Patricio Aylwin A. para
justificar sus erróneas afirmaciones.
A raíz de esto, transcribo parte de una carta de
Jorge Roger Sotomayor, primer diputado de la Falange Nacional,
fundador del partido, dirigida a William Thayer Arteaga, Ministro del Trabajo
del ex presidente Frei Montalva.
De paso, llamo la atención sobre el incomprensible
apoyo de la DC a la candidatura de la comunista Camila Vallejo.
<<Se que Gumucio (senador DC Rafael Agustín) no
es capaz de hacer lo que Aylwin hizo conmigo: recabar con escándalo la
expulsión de su contendor interno a la presidencia del Partido por un
planteamiento político que había sido la materia precisa de la contienda de 40 días
antes…
Aylwin no es un político: es un fanático; como
todos los conversos que no han tenido una formación cristiana desde la cuna.
Tu (William Thayer) lo has hecho de nuevo presidente del Partido con tu hermosa y limpia
victoria doctrinaria puesto que ganaste el juicio de fondo en el fallo del
incidente. Lo vas a llorar algún día, como yo lo he llorado habiéndolo hecho
falangista. Yo robé de las fauces del Partido socialista como un militante
típicamente suyo, cuáquero, estatista, y con menos escrúpulos
constitucionalistas que Ampuero (senador socialista de la época), una especie de Eugenio Matte (político socialista de la
época) rebautizado.
Con el error de traer al Partido una mente socialista-pura, pese a que se
excusaba “por no ser católico”, en mi frenético afán, de entonces, de
“desbeatificar a la falange” cuando estábamos hediondos a cerote con motivo de
nuestra pelea con la jerarquía.
Me equivoqué medio a medio. Para felicidad de el, y
desgracia de la Falange, el escéptico se convirtió al catolicismo, pero el
socialista todavía no se convierte al socialcristianismo.- Y el golpista
todavía no se convierte a le democracia política, desde que sigue soñando con
su “plebiscito para el plebiscito” que es más inconstitucional que las
prorrogas de los Presupuestos de Balmaceda, y que habría lanzado al gobierno de
Frei por la pendiente de la dictadura “degauliana”, de triunfo en triunfo de
plebiscito en plebiscito:>>
Carta de Jorge Roger, agosto
1966.
Fuente: Historiador Víctor Farías, “La Muertes
del Camaleón”, pág. 199 y siguientes.
Editorial Maye.
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