¿Quién manda a Quien? II
Manipulación de las conciencias
Durante milenios la raza humana
ha ido incorporando la culpa como elemento importante, por no decir básico,
en las distintas culturas de la humanidad.
¿Qué ocurre en el subconsciente
personal y colectivo con este reiterado reconocimiento de culpabilidad
realizado día a día, semana a semana o mes a mes por millones y millones de
personas de distintos orígenes y convicciones? Tarea para psiquiatras,
psicólogos, antropólogos sociales y cuantas disciplinas se dedican a estudiar
el comportamiento humano. Sin duda Freud se introdujo en este submundo de los
seres humanos, la psicología se encuentra a cada vuelta de una sesión de
terapia con los efectos conductuales a que la culpa va dirigiendo muchas vidas,
en algunos casos hasta el suicidio.
Quienes sepan utilizar la culpa instalada en otras personas podrá
adueñarse de su alma, de su ánimo, podrá atormentar, anular, despedazar, a quien cae en
sus manipulaciones.¿Cuántas personas llegan a la consulta psiquiatrica
corroídas por la culpa, sin saber que son víctimas de una cultura enraizada en
lo más profundo de su subconsciente por siglos de persistente presión
psicológica, propia de la cultura a la que pertenecen?
Quien conozca esta pequeña, pero eficiente, trampa cultural, domina,
manda, controla. Los comunistas y la izquierda en general, conocen bien esta condicionante
cultural y la utilizan permanentemente, en sus estrategias políticas. Con esta base, dividen a las personas
en buenos y en malos, a quienes les
atribuyen ser los protectores de los ricos, de los empresarios, siendo ellos
los protectores de los pobres, del pueblo, atribuyéndose su representación,
ellos son los dueños de la historia, los otros somos los destructores de la
historia, los que no aceptan los postulados marxistas son retrógrados, los que
las aceptan forman parte de los buenos, los otros somos culpables de la
degradación humana y de todos los vicios que afectan a la sociedad. Esta es
una puerta ancha en que los marxistas se mueven con habilidad sin saber,
siquiera, que son una especie de cristianos al revés.
Nos encontramos entonces con la manipulación deliberada de las conciencias.
Los comunistas, los del PC o los de fuera del PC, los izquierdistas esgrimen
permanentemente la culpabilidad de sus “aliados” que no piensan como ellos para
agredir, para insultar, para descalificar. Dividen a los humanos en buenos y
malos, en puros y en culpables dependiendo de su adhesión a sus posturas
ideológicas y programaticas.
Con esta arma poderosa manejan la política chilena de hoy. Si no se
realiza su programa tal y como ellos
quieren, amenazan con salirse de la Nueva Mayoría y abandonar el gobierno. Entonces
surge suave, como balbuceo de guagua, la
“resistencia” democratacristiana, se atreven a decir que defienden la libertad
de enseñanza, el derecho de propiedad, un sistema social
de mercado, que la vida se inicia con la fecundación (pero con libertad de
acción). Rápidamente les recuerdan que son culpables de derechismo, el peor
pecado para un DC.
Les aplican, en masa, el “sambenito” de la culpa. Les recuerdan
que están traicionando al sacrosanto “programa”, el senador Walker afirma todos
sus principios, pero dejando en claro que son fieles a la presidenta y al
“programa común). Triunfo del chantaje de la izquierda en cada una de sus múltiples
expresiones, que los acusa de aliarse con la derecha para bloquear las
reformas.
Casi un siglo en que han utilizado esta fórmula en la política chilena, que
nunca ha fallado.
Por si esto fuera poco, la senadora Allende les amenaza que se van a quedar
solos….
Permítanme decirles a los DC que
más vale solos, que mal acompañados, por cuanto esta es la clave para saber
quien manda a quien:
La DC está esclavizada por sus inconsecuencias siendo los monaguillos de
la izquierda, una vez más.
Julio Bazán A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario