lunes, 21 de enero de 2013

Presidente Piñera Cumple programa de la Concertación




PRESIDENTE PIÑERA CUMPLE PROGRAMA DE LA CONCERTACIÓN

En 1989 fue elegido Presidente de la República don Patricio Aylwin A. El Sr. Aylwin firmó como candidato lo que se ha llamado el “Acta de Nueva Imperial”  que revistió el carácter de compromiso y fue  firmada el 1 de diciembre de 1989,

El “Acta de Nueva Imperial”  estipulaba en sus puntos fundamentales:
1. El reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, y de sus derechos económicos, sociales y culturales fundamentales.
2. La creación de una Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y de un Fondo Nacional de Etnodesarrollo, con la participación activa de los distintos Pueblos Indígenas del país, como entidades públicas encargadas de coordinar la política indígena del Estado.
3. La creación, al iniciar su gestión de gobierno, de una Comisión Especial de Pueblos Indígenas, que en un plazo no superior a cuatro años culminaría con la implementación de la Ley Indígena y de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.
4. El compromiso de ratificar el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo O.l.T.
  Los partidos políticos que conformaron la coalición de gobierno que triunfó en 1989 venían de vertientes ideológicas que tenían  en común, básicamente, la decisión de retornar a la democracia; no compartían ideologías ni sistemas de valores, su unidad radicaba en la conquista del poder político. Sin embargo, los unían aspectos bastante sustantivos en el accionar político, uno de ellos era la necesidad de impulsar la “Reforma Agraria”, los dos candidatos representantes de esta coalición en 1970 proponían planes de reforma agraria similares, sino iguales; también compartían una feroz descalificación de las políticas de libertad económica que impulsaron el desarrollo de Chile durante el gobierno militar. La caída y notable fracaso de los socialismos reales, habían introducido pequeños cambios en los políticos de ideas socialistas que los acercaban algo a la Democracia Cristiana. El Sr. Aylwin ha sido fiel representante de estas tenencias  de signo socialista en nuestra política.
En este marco se desarrollo la política de la Concertación relativa a  los indígenas.
El colectivismo socialista se hermanó con el comunitarismo democratacristiano para descalificar lo realizado por el gobierno militar en el saneamiento de títulos de las reducciones. Reivindicaron lo de las “comunidades indígenas” como un aspecto sustancial de las formas ancestrales de vida de los naturales de estas y tierras, atacaron la propiedad privada a la que habrían accedido los miembros de las reducciones, sin detenerse a analizar algo tan simple como esto: ¿ha sido el sistema de propiedad colectiva o comunitaria realmente propio de las formas de vida de los indígenas? Pero, en la soberbia de las políticas copulares implementaron un sistema que, generando comunidades espurias, ha producido el clima de inseguridad que hoy se vive  en la zona de la Araucanía, de paso, no saben que los mapuches prefieren la propiedad privada a la colectiva.
Dicen los indigenistas: “las tierras recuperadas bajo la Reforma Agraria -que se convirtieron en asentamientos y cooperativas campesinas- fueron con la dictadura entregadas a sus antiguos dueños y otras vendidas, en un proceso que ha llegado a la situación actual de tenencia en manos de los principales grupos económicos del país”. Por otra parte, los Títulos de Merced, y otros reconocimientos a la propiedad mapuche hecha por el Estado Chileno, no resolvieron la vaguedad legal actual de estas tierras y ha permitido que particulares se apropien de ellas en litigios donde las comunidades siempre han perdido” Muy importante es el hecho de reconocer no haber tenido acogida sus reclamaciones ante los tribunales, realidad que los ha empujado a buscar como desconocer la “cosa  juzgada”, institución jurídica de los fundamentos del Estado de Derecho


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