Araucanía, nada nuevo.
Los ataques ocurridos en La Araucanía nos muestran que la acción del
gobierno, por ahora, no son más que esperanzas.
Estos ataques, como lo hemos sostenido en este Blog, son la demostración
de una constante forma de ocurrencia de los desafortunados sucesos
de violencia en la zona: a un acto destinado a contener el terrorismo siguen,
casi de inmediato, una serie de acciones terroristas que tienen, como objetivo
obvio, marcar presencia, desafiar al gobierno, y confirmar que sus
objetivos sediciosos están vivos, presentes, inclaudicables.
En los lugares en que hubo ataques incendiarios se encintaban
resguardándolos carabineros, supongo que entrenados en Colombia, como los
sistemas altamente sofisticados para realizar inspecciones de las andanzas de
estos grupos, también supongo que fueron entrenados en inteligencia es decir,
todos estos anuncios auguraban un cambio sustancial en el encaramiento de la
violencia “erradicaremos la violencias de raíz” sostuvo el ministro; al
fin, me dije, alguien conoce la raíz del terrorismo desatado.
Luego de los ataques, una lamentable declaración del ministro Chadwick,
lamentable porque recuerdan los dichos del subsecretario Aleuy, …luego
silencio.
Espero que la causa de las actuaciones del gobierno se deba a que los
planes están en vías de concretarse, en caso así no fuere, es más que
conveniente que se nos informara, con claridad y exactitud, la forma en que se
lograría el objetivo propuesto,
Para muchos, todo consistiría en promover un desarrollo de la
actividad económica lo que, es mi convicción, no tendría como resultado el
término de la violencia, tampoco se saben las razones que se han tenido para
entregar tierras avaluadas en sumas astronómicas, mientras a las
víctimas no se les propone solución alguna.
Reafirmo mi opinión sobre el Ministro Moreno, pero nunca he sido
incondicional de nadie y, todo esto, me desconcierta y desanima.
Julio Bazán A.
18 de julio, 2018.
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