jueves, 22 de octubre de 2015

REVOLUCIÓN SEMÁNTICA




REVOLUCIÓN SEMÁNTICA

RAE. 1. adj. Semántica. Perteneciente o relativo a la significación de las palabras.

Si hay algo en que la izquierda es magnífica es en la distorsión del significado de las palabras. “República Democrática Alemana”. Una dictadura feroz se transforma en “democrática” por la magia del manejo comunicacional del lenguaje.
Basta leer o escuchar lo que se dice en el diario vivir para ir detectando como las palabras van cambiando de significado y penetrando en el subconsciente colectivo al extremo que nadie se sorprende, ni siquiera se asombra cuando la palabra que utilizamos ya no significa lo mismo.
El lucro es malo, poco a poco todos comienzan a creer que es una palabra que hay que esconder para no ser tildado de derechista asqueroso. Pero el lucro no es malo, el lucro moviliza, motiva, enriquece. El neoliberalismo es causante del Calentamiento Global  y se transforma en una verdad digna de  ser tratada en una encíclica. El capitalismo es causante de la desigualdad y de la pobreza, pero nadie se atreve a resaltar que el socialismo es un fracaso generalizado. El CO2 es causante de la destrucción del Planeta, afirmación que no analiza que el CO2 solamente contribuye en un 3% del total de los gases invernaderos (más del 95% del efecto invernadero es el resultado de la existencia de vapor de agua en la atmósfera) es el más importante gas invernadero).
Estas distorsiones lingüísticas han ido construyendo una cultura en que los valores que apreciamos son tratados despectivamente y las palabras que hemos aprendido no son las del diccionario de nuestra lengua.
En La Araucanía, por ejemplo, alguien mencionó “Conflicto Mapuche”, los medios lo adoptaron, los periodistas lo alimentaron, los antropólogos lo  magnificaron y esto del Conflicto Mapuche es hoy día el estigma de una región y, lo que es más grave, de una etnia que no está en conflicto, pero el periodismo, consciente o inconscientemente, adoptó el concepto, lp propagó y lo instaló como verdad.
Pero el tema no es de palabras más o menos, el tema es de gran profundidad y extensión: es la penetración de todo un sistema cultural que  todo lo impregna con fuertes convicciones ideológicas. Es sencillo, hacer que cada una y el total de las palabras que usamos sean calificada de buenas o malas en razón de su fidelidad o no con el pensamiento progresista. Es la penetración cultural de Gramsci contenida en su libro “Cartas desde la Cárcel”, es el cambio no violento, es la utilización de nuestras propias capacidades para destruirnos, son los periodistas formados en la dialéctica del blanco o negro, de los santos y de los demonios.
En definitiva es la Revolución Semántica que se apodera de Chile y del mundo.

Julio Bazán A.
22 de de octubre 2015