lunes, 30 de mayo de 2016

ARAUCANÍA; EL PENSAMIENTO DE LA CAM




ARAUCANÍA; EL PENSAMIENTO DE LA CAM

En la noche del domingo 29 de mayo, Televisión  Nacional proyectó un programa publicitario de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM)
En el año 2013, el dirigente de la CAM, Héctor Llaitul, publicó un extenso documento  en que define el pensamiento de este grupo sedicioso.
Publico párrafos seleccionados de este documento, no es corto, tampoco es de fácil lectura. A pesar de esto, pido que lean lo que publicó para distinguir lo que afirmaron los “guerrilleros” que TVN mostró en pantalla.
jba

DEL DOCUMENTO DE LA CAM:
<<Si bien la CAM, aún no ha elaborado una propuesta-documento sobre autonomía, en sus planteamientos ha dejado claro que ésta, se asumirá en los hechos, a través de una  praxis política que permita crear una nueva correlación de fuerzas a favor de un proyecto autonómico.  El  punto  de  partida,  es  la  reapropiación  del  concepto  de  autonomía,  en donde  su  uso  implique  independencia  del  movimiento  mapuche,  que  en  la  práctica significa  no  más  sometimiento  a  la  mediación  de  los  partidos  políticos  y  de  otras  instituciones  del  Estado  chileno.  Entonces  la  independencia  de  partidos  y  demás influencias  políticas  winka,  es  el  punto  de  partida,  es  la  condición  necesaria  para  la maduración de la lucha mapuche propiamente tal, como se la conoce hoy día. Es el primer paso en  la búsqueda de  la superación de  la condición de pueblo oprimido. Esta forma de entender  y  hacer  autonomía,  representaría  en  los  hechos,  una  de  las  características esenciales  en  la  nueva  forma  de  hacer  política  de  la  CAM.  La  autonomía  significa independencia  total  frente  al  Estado,  las ONG,  los partidos políticos, etc.  Independencia que se expresa en el ámbito del pensamiento y de la organización política.  En este contexto se cuestionaba la relación de dependencia de los grupos mapuche respecto de  los partidos políticos,  lo que  incluía  aquellas organizaciones que de manera formal  se  declaraban  “independientes  o  autónomas”,  pero  que mantenían  relaciones  y  posiciones ambiguas en cuanto a  los partidos políticos,  lo que a  la  larga,  los  llevó a tener un  perfil  negociador,  asumiendo  planteamientos  reivindicativos  contradictorios.  Es  por esto que para  la CAM es prioridad  la  independencia de  la organización mapuche frente a los  partidos  políticos  y  el  Estado,  como  a  su  vez  la  re-significación  de  las  formas  de organización  mapuche.  Por  tanto  la  autonomía  para  la  CAM  significa  la  negación  al sometimiento  político  y  organizativo winka,  para  pasar  a  ser  insubordinación,  rebeldía,  pero sobre todo, resistencia>>.
 <<Esto  es  parte  de  un  pensamiento  Anticolonial  en  donde  la relación de dominación es caracterizada como un régimen de ocupación territorial. Por lo cual  expresamos  en  su  momento;  “somos  un  pueblo  acosado,  invadido,  usurpado  de territorio y que lucharemos como Pueblo, cultura y Nación”>>.
<<Se  caracteriza  a  la  situación  como  Colonial,  razón  por  la  cual  se  cuestiona  la institucionalidad  de  un  sistema  de  dominación.  Este  desconocimiento  de  los  marcos institucionales conlleva una desobediencia hacia el Estado, el cual se considera  ilegitimo, opresor, ajeno e  impuesto en un  territorio y espacio ancestral. Hemos dicho como CAM que  es  necesario,  por  tanto,  establecer  una  estrategia  para  “sobrepasar  las  lastimeras prácticas de hacer política dentro del marco de  la dominación, más aún en  los estrechos márgenes  que  el  enemigo  con  su  Estado  de  Derecho,  le  concede  a  nuestro  Pueblo>>”.
<<Sobrepasar y desbordar los marcos de la dominación es insubordinarse frente al sistema.  Las definiciones estratégicas, desarrolladas y  llevadas adelante por  la CAM, tienen su expresión más concreta en nuestra postura  frente a  la normatividad de  la política de tierras. Porque más que una demanda de tierras,  la CAM>>
<<<En síntesis, el carácter Anti-sistémico de la CAM no puede ser reducido al marco de un  horizonte  de  izquierda  o  socialista,  ni  tampoco  significa  que  por  estas  definiciones ideológicas  se nos asigne  la búsqueda de un  cambio de estructuras que apunte hacia  la construcción de un Estado Socialista; más bien, el planteamiento de  la CAM debería  ser entendida como un “Anti-capitalismo indianista”, en el cual, el proceso de liberación hace referencia a la reconstrucción-reconstitución del sistema de reproducción social Mapuche, para lo cual es, absolutamente, necesario luchar por el territorio y la autonomía>>.
<<En  definitiva,  con  esta política  la  CAM  plantea  que  no  basta  con  resistir.  Para  una  verdadera  liberación  es fundamental  la  reconstrucción  de  nuestro  pueblo  con  un  carácter  Nacionalitario.  “La reconstrucción  del  Pueblo-Nación  Mapuche”  se  plantea  entonces  con  un  carácter autónomo  política  y  territorialmente,  en  donde  la  rearticulación  de  comunidades permitirá  mayores  grados  de  organización.  “El  mayor  grado  de  conciencia  política  se expresa en el derecho al territorio”>>.
<<Lo  que  existe  es  la  negación  y  la insubordinación frente a las relaciones de opresión y dominación del Estado y del Capital nacional  y  trasnacional.  Es  un  discurso  antagónico  con  las  relaciones  de  Mercado  y estatales  que  nos  oprimen  como  Pueblo-Nación. Nuestra  lucha  es  contra  el  sistema  de dominación imperante, no contra la sociedad chilena en su conjunto. Sin embargo, hemos expresado  que  “Somos  anti-sistémicos  porque  no  aceptamos  la  dominación  occidental como modelo de vida y  lo hacemos principalmente a  través de  la  lucha territorial”. En el fondo  de  nuestra  argumentación  se  deduce  que  la  reconstrucción  nacionalitaria viabilizará el horizonte de la liberación. Y es a través de las recuperaciones de tierras, más bien  del  Control  Territorial,  que  se  hará  posible  todo  nuestro  pensamiento  y  acción política emancipatoria, razón que explica nuestra definición de trabajar en la base y desde las comunidades, ya que es de éstos procesos de lucha territorial y política que depende el conjunto del horizonte de reconstrucción nacional. Así se explica nuestra  intransigencia y radicalidad  en  la  lucha  territorial.  “Es  a  través  del  control  territorial  que  se  generan  las condiciones,  tanto  materiales  como  simbólicas,  que  posibilitan  y  dan  continuidad  a  la reconstrucción  nacional”  ”.  Al  respecto  la  CAM  sostuvo:  “El  territorio  ancestral  es  la plataforma básica, absolutamente esencial para  la reconstrucción de  la Nación Mapuche>>.
<<La  no  existencia  de  un  territorio  propio,  lo  único  que  generaría  sería  el  logro  de autonomías  relativas,  de  tipo  simbólico,  cultural  e  inclusive  folklórico,  que  resultan funcionales  al  sistema  de  dominación,  que  a  la  larga  nos  condenaría  a  la  desaparición física  e  ideológica.  Sin  una  base  territorial  y  sin  los  derechos  políticos  inherentes,  es imposible  la  autonomía  real  y  se  imposibilita  el  desarrollo  de  una  política  de  liberación nacional”>>.
<<La lucha por el territorio expresada por la CAM, efectivamente generó un punto de quiebre al interior del Movimiento Mapuche. Esto se explica porque muchas agrupaciones no dieron y no dan prioridad a la lucha por el control territorial, privilegiando la búsqueda de participación política al  interior de  la  institucionalidad opresora y  la  consolidación de sus  estructuras  políticas,  para  desde  allí  recuperar  el  territorio.  Sin  embargo,  la  CAM siempre  ha  dado  prioridad  a  la  recuperación  y  reconstitución  territorial,  como  base fundamental  para  la  reconstrucción  de  nuestras  propias  estructuras  políticas  y  para  la revitalización, en definitiva, de  todo el  tejido económico,  social  y  cultural mapuche. Por eso es que consideramos que la recuperación de tierras y el control territorial constituyen la plataforma básica de  la reconstrucción de nuestra Nación. Es por  lo anterior, que para comprender  el  pensamiento  y  la  acción  de  la  CAM,  debe  ser  bajo  una  mirada  de territorialidad, en la defensa y la recuperación territorial autonómica>>.
<<Para  lograr  el  control  territorial  efectivo  la  CAM  ha  planteada  la  acción  directa, porque “solo el control territorial posibilitara un mayor poder político, pero este debe estar sostenido  en  el  desarrollo  de  una  cada  vez mayor  base  económica  autónoma.  Ambos, poder  político  y  base  económica,  generarán  las  condiciones  para  sostener  el  Poder Mapuche”.  Ahora  bien,  la  reconstitución  del  territorio  ancestral  (Wallmapuche) representa al mismo tiempo la reconstrucción del Pueblo-Nación Mapuche. Así, Territorio y  Pueblo-Nación  Mapuche  están  entrelazados,  como  también  la  visión  de  un  pasado independiente  con  la  mirada  emancipadora  actual.  Liberarse  es  reconstituirse  y reconstituirse  es  liberarse.  La  liberación  implica  la  posibilidad  de  dotarse  de  muchos elementos  y  así  reconstruir  las  estructuras  propias  para  auto-gobernarse.  La reconstrucción  nacionalitaria  implica  la  recuperación  de  las  estructuras  y  prácticas tradicionales. “El proceso de reconstitución  implica el ejercicio de prácticas comunitarias, ceremoniales  y  organizacionales  como  el mingako,  ngillañmawun,  nguillatún, machitún, palín, trawün, kamarikun, nutram, a la vez ir rescatando y fortaleciendo nuestra estructura organizacional  tradicional  y  los  roles  que  cumplen  determinadas  personas  dentro  del mundo  mapuche  como  los  longko,  werken,  machi,  wewpife,  kona,  weichafe, dugunmachife,  ngenpin,  la  revitalización  de  nuestro  rakiduam,  kimun,  espiritualidad, mapudungun”.  Además  de  la  protección  y  recuperación  de  los  espacios  vitales,  como ngillatuwe,  paliwe,  tren-tren, winkul,  trayeko, menoko, mawida,  eltun  entre  otros.  Esto nos  sitúa  en  una  política  de  reconstitución  de  los  Lof,  Rewe  y  los  Aillarewe, recomponiendo  territorial  y  políticamente  espacios  cada  vez  más  amplios  (Poder Mapuche)  como  base  para  la  reconstrucción  de  la  Nación  Mapuche.  La  acción  de reconstituir  los  Lof  no  puede  ser  definida  como  Autárquica-Comunitarista,  ya  que  es  el primer  paso  es  el  restablecimiento  de  un  proyecto  político  de  rearticulación  de comunidades cuyo objetivo es un proceso de reconstrucción étnica de mayor alcance. Es bajo esta comprensión general que deben entenderse acciones como  las  recuperaciones productivas,  las  acciones  de  autodefensa  y  particularmente  los  procesos  de  control territorial,  los  que  en  definitiva  deberán  ser  asumidos  por  las  comunidades  bajo estructuras políticas autónomas y en perspectiva para la liberación>>.
<<Así también, es en este marco de análisis que deben comprenderse y situarse  las acciones  de  resistencia.  Deben  entenderse  como  parte  de  un  conjunto  de  quehacer político  y  movilización  social  que  se  orienta  al  logro  de  “zonas  de  control  Mapuche autónomo”,  dando  viabilidad  a  la  dimensión  de  la  Autonomía,  en  tanto  autonomía material, económica, cultural y organizativa real y efectiva. Todo esto, como antesala para la reconstitución nacionalitaria. Es así como las posiciones antisistema y anticapitalistas de la  CAM  están  articuladas  hacia  el  logro  de  una  autonomía  real,  lo  que  significa resquebrajar y destruir  las relaciones de dominación que nos oprimen como pueblo. Hay por tanto en la propuesta de la CAM, un tipo de liberación que abarca las distintas formas de  opresión,  tanto  en  su  dimensión  física-geográfica,  económica,  ideológica,  cultural  y política. Para la CAM la forma de asumir y construir autonomía es por la vía de los hechos, una autonomía de facto, en donde la recuperación de los derechos territoriales y políticos es la base de la propuesta>>.
<<…para mayor  comprensión, debemos dejar  claro  también, que la CAM no es separatista, no hemos planteado la creación de un Estado separado del chileno, por tanto la demanda separatista no aparece en nuestro pensamiento y discurso>>.
<<Lo que si se expresa es la demanda territorial para desarrollar un proceso de autonomía y liberación  nacional.  Podría  parecer  claro  que  la  demanda  de  recuperación  total  del territorio  ancestral  abre  la  posibilidad  de  una  posición  separatista,  pero  al  respecto  no tenemos  una  posición  definida.  Lo  que  sí  está  claro,  es  que  en  los  objetivos  de nuestra lucha  no  nos  planteamos  la  posibilidad  alternativa  de  incluirnos  dentro  del  Estado  de Chile, mientras  la  esencia misma  de  la  estructura  de  dominación  que  posee  el  Estado-Nación chileno, sostiene un modelo neoliberal capitalista pro-imperialista. Por tanto existe una radical negación de todas las formas de opresión y dominación sistémica y de Estado-Nación, en tanto éste sirve a los intereses del Capital transnacional>>.
<<Si bien en nuestras definiciones no está la idea separatista, siempre hemos dejado un margen para un  replanteamiento de nuestra postura de acuerdo a  las exigencias del proceso.  Esta  es  una  de  las  razones  por  la  cual  no  hemos  planteado  cabalmente  una propuesta  de  autonomía  a  futuro  (al  menos  como  documento),  ya  que  ésta  debe  ser elaborada  más  adelante,  cuando  constituyamos  las  condiciones  para  su  viabilidad definitiva. El sustento de nuestro proyecto autonómico está en la base comunal y esto es sumamente claro. Se apoya en un quehacer coherentemente anticapitalista y en base al control territorial, en donde, como se ha señalado, se revitalizan las prácticas culturales y las  estructuras  socio-políticas  tradicionales.  Estas  definiciones  son  puestas  en  práctica través de un proyecto de rearticulación de comunidades, creando mayor poder Mapuche y autonomía,  instancias que  tendrán que resolver un  tipo de  funcionamiento mayor que puede generar condiciones o no hacia  la independencia total. Por ahora nuestro norte es la  liberación  nacional,  lo  que  no  quita  la  necesidad  de  seguir  deliberando  al  interior  de nuestra organización, en particular y con el movimiento mapuche autónomo en general,   a  pesar  de  las  dificultades  producidas  por  la  represión,  la  dispersión  y  las  diferencias-desprendimientos  sufridas.  Aún  en  las  actuales  condiciones,  y  de  acuerdo  a  nuestras definiciones  político-ideológicas,  no  es  pretensión  nuestra  construir  propuestas  de características  demasiado  abstractas.  Estamos  por  acumular  fuerzas  en  el  movimiento mapuche  real, desde  las  comunidades  y  desde  abajo,  sin  elitizarnos  y  separarnos de  las comunidades.  Por  eso  nuestros  esfuerzos  actualmente  están  dirigidos  hacia  un  mayor debate  y hacia una mayor  formación en  la base, con el objetivo de  contribuir hacia una mayor politización e ideologización en todos los niveles, sobre todo en aquellas instancias que  sostienen  el  proceso:  las  comunidades  en  resistencia,  sus  estructuras  político tradicionales, sus pu weichafe y militantes>>.
<<Nuestro  proyecto  político-estratégico  está  inconcluso.  Podríamos  señalar  que  ha sido  bloqueado  en  cierta  forma  por  la  acción  del  Estado  y  otras  fuerzas winka  que  nos confrontan. Sin embargo nuestro pensamiento emancipatorio se encuentra enmarcado en un  proceso  de  largo  aliento,  que  implica  la  reconstitución  y  la  re-emergencia  de  la identidad, como una forma de defensa y preservación ante los procesos desestructurantes provocados por la transnacionalización económica capitalista y las relaciones opresivas de parte  del  Estado  de  Chile.  Apostamos  por  un  gran  proceso  de  autoafirmación  étnico-nacional  que  de  calidad  y  capacidad  a  nuestro  proyecto  de  Liberación Nacional,  el  cual seguirá  sustentado  en  un  proyecto  de  reconstrucción  de  nuestro  Pueblo-Nación,  hoy anclado  en  las  experiencias  de  control  territorial  y  en  la  revitalización  de  nuestras expresiones  culturales  y  valóricas,  propias  del  ideario  Mapuche.  La  Reconstrucción  de nuestro Pueblo-Nación es para mayor  comprensión, debemos dejar  claro  también, que la CAM no es separatista, no hemos planteado la creación de un Estado separado del chileno, por tanto la demanda separatista no aparece en nuestro pensamiento y discurso>>.
<<Lo que si se expresa es la demanda territorial para desarrollar un proceso de autonomía y liberación  nacional.  Podría  parecer  claro  que  la  demanda  de  recuperación  total  del territorio  ancestral  abre  la  posibilidad  de  una  posición  separatista,  pero  al  respecto  no tenemos  una  posición  definida.  Lo  que  sí  está  claro,  es  que  en  los  objetivos  de nuestra lucha  no  nos  planteamos  la  posibilidad  alternativa  de  incluirnos  dentro  del  Estado  de Chile, mientras  la  esencia misma  de  la  estructura  de  dominación  que  posee  el  Estado-Nación chileno, sostiene un modelo neoliberal capitalista pro-imperialista. Por tanto existe una radical negación de todas las formas de opresión y dominación sistémica y de Estado-Nación, en tanto éste sirve a los intereses del Capital transnacional>>.
<<Si bien en nuestras definiciones no está la idea separatista, siempre hemos dejado un margen para un  replanteamiento de nuestra postura de acuerdo a  las exigencias del proceso.  Esta  es  una  de  las  razones  por  la  cual  no  hemos  planteado  cabalmente  una propuesta  de  autonomía  a  futuro  (al  menos  como  documento),  ya  que  ésta  debe  ser elaborada  más  adelante,  cuando  constituyamos  las  condiciones  para  su  viabilidad definitiva. El sustento de nuestro proyecto autonómico está en la base comunal y esto es sumamente claro. Se apoya en un quehacer coherentemente anticapitalista y en base al control territorial, en donde, como se ha señalado, se revitalizan las prácticas culturales y las  estructuras  socio-políticas  tradicionales.  Estas  definiciones  son  puestas  en  práctica través de un proyecto de rearticulación de comunidades, creando mayor poder Mapuche y autonomía,  instancias que  tendrán que resolver un  tipo de  funcionamiento mayor que puede generar condiciones o no hacia  la independencia total. Por ahora nuestro norte es la  liberación  nacional,  lo  que  no  quita  la  necesidad  de  seguir  deliberando  al  interior  de nuestra organización, en particular y con el movimiento mapuche autónomo en general,   a  pesar  de  las  dificultades  producidas  por  la  represión,  la  dispersión  y  las  diferencias-desprendimientos  sufridas.  Aún  en  las  actuales  condiciones,  y  de  acuerdo  a  nuestras definiciones  político-ideológicas,  no  es  pretensión  nuestra  construir  propuestas  de características  demasiado  abstractas.  Estamos  por  acumular  fuerzas  en  el  movimiento mapuche  real, desde  las  comunidades  y  desde  abajo,  sin  elitizarnos  y  separarnos de  las comunidades.  Por  eso  nuestros  esfuerzos  actualmente  están  dirigidos  hacia  un  mayor debate  y hacia una mayor  formación en  la base, con el objetivo de  contribuir hacia una mayor politización e ideologización en todos los niveles, sobre todo en aquellas instancias que  sostienen  el  proceso:  las  comunidades  en  resistencia,  sus  estructuras  político tradicionales, sus pu weichafe y militantes>>.
<<Nuestro  proyecto  político-estratégico  está  inconcluso.  Podríamos  señalar  que  ha sido  bloqueado  en  cierta  forma  por  la  acción  del  Estado  y  otras  fuerzas winka  que  nos confrontan. Sin embargo nuestro pensamiento emancipatorio se encuentra enmarcado en un  proceso  de  largo  aliento,  que  implica  la  reconstitución  y  la  re-emergencia  de  la identidad, como una forma de defensa y preservación ante los procesos desestructurantes provocados por la transnacionalización económica capitalista y las relaciones opresivas de parte  del  Estado  de  Chile.  Apostamos  por  un  gran  proceso  de  autoafirmación  étnico-nacional  que  de  calidad  y  capacidad  a  nuestro  proyecto  de  Liberación Nacional,  el  cual seguirá  sustentado  en  un  proyecto  de  reconstrucción  de  nuestro  Pueblo-Nación,  hoy anclado  en  las  experiencias  de  control  territorial  y  en  la  revitalización  de  nuestras expresiones  culturales  y  valóricas,  propias  del  ideario  Mapuche.  La  Reconstrucción  de nuestro Pueblo-Nación es la base ineludible para la Liberación Nacional>>.
Concepción, 17 de junio de 2013 
Héctor Llaitul Carrillanca   
Preso Político Mapuche CAM



sábado, 28 de mayo de 2016

Araucanía, ofensiva internacional

 


Transcribo publicaron de sucesos ocurridos en España durante la primera presidencia de la Sra. Bachelet, siendo su embajador el Sr. Osvaldo Puccio.

Es de suponer que el embajador Puccio informó debidamente a la Cancillería chilena de este acontecimiento de innegable importancia para la política interna e internacional de Chile. ¿Qué hizo el gobierno con esta información? ¿Evitaron tomarla en serio al seguir definiendo la violencia en La Araucanía como delitos comunes? ¿Nadie en la Cancillería, nadie en al gobierno analizó las repercusiones para la soberanía nacional de estos hechos?

Al final de esta información hay un “link” que, diez años después muestra a Aucán Huincamán en Naciones Unidas defendiendo la causa de los indigenistas: El video es largo (58 min.)  pero bastarán unos minutos para sacar conclusiones.

jba





MADRID.- La huelga de hambre de Patricia Troncoso dejó en evidencia una situación inadvertida hasta ahora en Chile, que se ha fraguado silenciosamente en las principales ciudades europeas durante la última década: los dirigentes y representantes de los grupos mapuches realizan un potente lobby en países como España, Holanda e Inglaterra, y han establecido alianzas formales con partidos políticos nacionalistas e independentistas, para recibir adoctrinamiento sobre la administración de territorios autónomos. Entre los "socios" de los mapuches en Europa figura Batasuna, el brazo político de la banda terrorista ETA.

Este lobby se intensificó en las últimas semanas con la masiva realización de manifestaciones en capitales europeas. En Atenas, los activistas terminaron quemando un automóvil del consulado chileno. En Madrid, durante esta semana, manifestantes levantaron pancartas, repartieron volantes y gritaron "¡La tierra no se vende, se ama y se defiende!". Entre ellos estuvo Alvaro Briales, el estudiante de la Universidad Autónoma de Madrid que fue deportado de Chile, en octubre pasado, por su supuesta participación en la toma de un fundo.

Estas protestas se desarrollaron en las puertas de la Casa de América, donde se celebraba el Tercer Encuentro de Parlamentarios Indígenas Iberoamericanos. A su salida del evento, el embajador Osvaldo Puccio intentó dialogar con los agitadores, tal como ha hecho durante todos estos días con representantes de la prensa, del gobierno español, de colectividades políticas y de diversas organizaciones civiles que han llegado hasta la delegación diplomática chilena para pedir explicaciones por la situación de Patricia Troncoso.

Entre todas esas muestras de solidaridad, hubo una que llamó especialmente la atención del embajador: "Recibimos también una declaración de apoyo de Ezquerra Repúblicana", confirmó Puccio a El Mercurio . Se refiere al partido nacionalista de izquierda que gobierna en Cataluña junto a los socialistas, que se ha caracterizado en los últimos años por tensionar al máximo la relación entre Barcelona y el gobierno central de Madrid, exigiendo cada vez mayores grados de autonomía administrativa.

Un partido "importado"

Los nacionalistas europeos mantienen estrechas relaciones políticas con las organizaciones de indígenas chilenos. Los parlamentos de Galicia y de Cataluña ya aprobaron mociones de "apoyo al pueblo mapuche". Y la Alianza Libre Europea (ALE), una agrupación de partidos independentistas del Viejo Continente, quiere que el Parlamento Europeo les dé su reconocimiento oficial.

La ALE presentó su solicitud a petición de dos de sus socios: la Unión Democrática Bretona (UDB) y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), con los cuales los mapuches firmaron recientemente acuerdos de colaboración que terminaron en la fundación de un nuevo partido político, el Wallmapuwen ("Tierra Mapuche"), inscrito en el Servicio Electoral, en noviembre pasado.

Fueron precisamente los bretones y los gallegos los que pidieron a la ALE que promoviera la causa indígena a escala multilateral. De resultar esta iniciativa, la contradicción con Chile sería evidente, pues la Constitución de 1980 no reconoce expresamente a los pueblos originarios, lo que representa una vieja aspiración de algunos de estos grupos.

En el acuerdo que firmaron los representantes mapuches con el Bloque Nacionalista que gobierna Galicia, ambas partes se comprometen a "promover espacios de debate que permitan construir una alternativa a la globalización neoliberal, basados en el principio de autodeterminación de los pueblos y el reconocimiento de la diversidad cultural, como piedras angulares de una paz real".

El diputado Bieito Lobeira, promotor de la causa indígena en el interior de BNG, explica a El Mercurio: "No hablamos necesariamente de independencia, pero sí de una estructura política propia que le permita al pueblo mapuche tomar sus propias decisiones o codecisiones con los estados de Argentina y Chile".

BNG recomendó a los mapuches la creación del partido Wallmapuwen. Lo mismo hizo Ezquerra Republicana de Cataluña. Su dirigente, Daniel Condeminas, ha visitado varias veces La Araucanía y estuvo presente cuando se anunció la formación de Wallmapuwen.

En una entrevista concedida al periódico Azkintuwe , Condeminas explicó: "Comenzar a plantear un proyecto claro de organización política para vuestro pueblo, esto que han denominado como proyecto de autonomía territorial, pone a nuestro juicio en entredicho este Estado de matriz profundamente centralista donde estáis situados... Esto último me conecta con la realidad que vivimos los catalanes... Compartimos quizás el haber recibido la caricia de la bota del ejército español y muchas muertes por el plomo de sus ejércitos, en diversas etapas de nuestra historia".

El presidente de Wallmapuwen, Pedro Gustavo Quilaqueo, reconoció abiertamente la influencia hispana: "Si en el interior de España existe el País Vasco o Cataluña, y nadie en Chile se escandaliza mayormente, ¿por qué en Chile no podría existir un País Mapuche?".

Wallmapuwen también apoya a los independentistas del País Vasco, incluso a los grupos más radicales, como Batasuna, el brazo político de ETA. Su órgano oficial, Taiñ Rüpü, expresa: "No son pocos los pueblos sin Estado en el mundo, que se ven impedidos de ejercer sus derechos políticos. Gráfico resulta el caso de Batasuna, partido nacionalista vasco de izquierda, ilegalizado el año 2003 por el juez Baltazar Garzón, acusado de ´complicidad con ETA . Diversas voces se han levantado en Europa, exigiendo la revocación de dicha medida dictatorial, avalada por el gobierno socialista español y que afecta a miles de ciudadanos del País Vasco".

En junio del 2007, Batasuna envió a su emisario Walter Wendelin a Chile. Además de participar en un encuentro organizado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), visitó a los mapuches encarcelados en Angol.

Las redes en Europa

Reynaldo Mariqueo y Rafael Railaf son los "embajadores" de los grupos mapuches en Europa. Mariqueo está al frente de Mapuche International Link, con sede en Inglaterra, y Railaf dirige la Fundación Folil, en Holanda. Ambos comparten algunos datos biográficos: salieron exiliados de Chile en la década del setenta, lucharon contra Pinochet durante los ochenta y se reconvirtieron en defensores de la causa indígena tras la instalación de la democracia.

"En el Parlamento Europeo logramos una resolución contra el gobierno argentino, por violaciones a los derechos humanos de los mapuches, y ahora estamos trabajando en otra contra el Gobierno chileno", dice Reynaldo Mariqueo, quien se queja de "la aplicación arbitraria" de la ley antiterrorista en contra de los mapuches procesados. Railaf agrega: "También hacemos lobby ante ministerios del Parlamento Europeo, como el de Agricultura y el de Medio Ambiente, para que pongan mayores exigencias a las empresas europeas con inversiones que pueden afectar al pueblo mapuche, como las salmoneras y las forestales".

Mariqueo y Railaf reciben asesoría de entidades internacionales no gubernamentales, como la Organización de Pueblos y Naciones sin Estado (ONPU) y Nizkor, ligada a la defensa de los derechos humanos en América latina. También mantienen una fluida relación con Amnistía Internacional, que hace pocos días organizó una conferencia de prensa en París. Entonces, su representante para América latina, Genevieve Garrigos, señaló que el tratamiento aplicado a los prisioneros mapuches podía ser asimilado, desde el punto de vista legal, a casos de "tortura y tratos degradantes". En la misma ocasión, Danielle Mitterrand, viuda del ex Presidente francés, defendió las reivindicaciones indígenas en nombre de la organización France Libertés, y dijo que éstos luchan contra un "sistema de dictadura económica que, en nombre de la rentabilidad, pone en peligro la vida".

Rafael Mariqueo también ha hecho gestiones ante la Santa Sede, y ha dirigido cartas a Juan Pablo II y a su sucesor, Benedicto XVI, días antes de que éste recibiera a la Presidenta Michelle Bachelet. Otra de sus misivas tuvo como destinatario el Dalai Lama. En marzo próximo, participará en el consejo de derechos humanos del grupo de trabajo de pueblos indígenas de las Naciones Unidas, y en abril asistirá a la conferencia de países sin Estado, que se realizará en Bruselas.

"Queremos algún grado de autonomía o autodeterminación, como el que plantea la declaración de derechos de los pueblos indígenas de la ONU, o como el que tienen las comunidades autónomas de España y los países de Escocia, Gales e Irlanda", sostiene Mariqueo, quien, en su calidad de representante del pueblo mapuche, ha sido entrevistado hasta por la influyente BBC.

A pesar de su discurso "antiglobalización", ambos mantienen actualizadas sus respectivas páginas web en varios idiomas. A través de su sitio en internet, la Fundación Folil también pide donaciones económicas. Es que el objetivo de los dirigentes mapuches en Europa es seguir captando el apoyo y la solidaridad de la rica y poderosa opinión pública europea, para conseguir su objetivo más preciado: la autonomía administrativa de Wallmapuwen, "la tierra mapuche".
  


https://www.youtube.com/watch?v=iOd36OfYOWM


















































































































































































































lunes, 23 de mayo de 2016

Araucanía; una conclusión y el comienzo.




Araucanía; una conclusión y el comienzo.

Durante el verano de 2008 inicié un proceso de información de lo que se llamaba por la prensa “El Conflicto Mapuche”; resultado de estas investigaciones, en el mes de junio de 2011,  publiqué el libro “¿Es Mapuche el Conflicto?”; en las conclusiones del libro señalé: “La situación en el sur no es de orden público, sino  de soberanía nacional”.
Para lograr la información y sus fundamentos conversé con agricultores víctimas de la violencia, con abogados litigantes, con dirigentes gremiales, me hice un visitante habitual del Archivo de Temuco, conversé con el abogado José lincoqueo, encontré el mapa Boloña, entrevisté a la Sra. Marlene Fuentes, encargada de la Transparente de CONADI, debí recurrir al Consejo de Transparencia ante la negativa de información de la Corporación. Mi principal preocupación fue que todo lo afirmado en el libro tuviera un sólido respaldo.
Trabajé con alumnos de periodismo participantes del seminario de titulación de la Universidad Del Desarrollo, que realizaron un excelente trabajo de investigación periodística que se plasmó en una detallada relación de lo publicado por la prensa sobre el tema, una recopilación de videos de Youtube, sitio en que  los indigenistas promueven en Europa  sus ideas conspirativas.
Cooperaron profesionales de distintas disciplinas. Estudié el “Informe de Verdad Histórica y Nuevo Trato“.
A pesar de de esta larga travesía me faltaban aspectos relevantes, lo que me obligó a continuar estudiando, el resultado, entre otros, fue el documento “Falsedad Histórica Bases para Políticas Públicas”” y a la creación de un Blog  en que pudiera ir publicando  temas referentes a La Araucanía.
Sería largo informar latamente toda la investigación realizado. Lo que sigue es una exposición, inevitable de proponer, de una solución respaldada por los fundamentos históricos, de derecho, de hecho, de las leyes dictadas desde 1993. 
Este artículo muestra la conclusión de mis trabajos. También el inicio de una etapa de promoción de acciones orientadas a reformular los diagnósticos y de las acciones sobre lo que ocurre en La Araucanía desde 1993.  

Cuadros sintéticos:



             

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BASES PARA UNA POLÍTICA EN LA ARAUCANÍA

FOCALIZAR EL PROBLEMA DE LA ARAUCANÍA EN LA

SOBERANÍA NACIONAL

  1. Auditoría operacional a la CONADI, que debe contemplar, necesariamente, la investigación exhaustiva, caso a caso,  de la legitimidad de las comunidades y de los indígenas creados por esta Corporación.

  1. Definir objetivos optando por la integración regional, definiendo la situación de todos los habitantes de la zona en igualdad de derechos y obligaciones.

2.- Imponer efectivamente el Estado de Derecho

a)    Reconocer explícitamente la acción   terrorista en la zona.
b)    Respaldo explícito y efectivo a las Instituciones de Orden y Seguridad en la zona.
c)    Respaldo efectivo y real a los agricultores y transportistas agredidos en la zona.
d)    Coordinación efectiva y pública con los gremios de La Araucanía.
e)    Acción coordinada de los Poderes del Estado.
f)      Implementar planes de desarrollo integral para erradicar la pobreza e impulsar el crecimiento económico acelerado.

3.- No continuar entregando tierras  a “indígenas” por ser “indígenas”.

4.- Establecer que el manejo de la tierra está determinado sola y
 exclusivamente por razones de producción y productividad.

5.- Suspender todo respaldo a organizaciones de “discriminación positiva”
 que hoy son promovidas por funcionarios de gobierno, parlamentarios y algunos dirigentes de la zona y que tienen como consecuencia beneficios desproporcionados para los “indígenas” en desmedro de otros ciudadanos.

ESTABLECER UNA POLÍTICA DE ESTADO QUE SE FUNDAMENTE EN LA SOBERANÍA NACIONAL, IMPONIÉNDOLA CON TODAS LAS INSTITUCIONES CONSAGRADAS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA.


Julio Bazán A.
21 de mayo de 2016.

martes, 17 de mayo de 2016

"Nación Multicultural" II





                                Cuadros de respaldo al artículo "Nación Multicultural"











sábado, 14 de mayo de 2016

Nación Multicultural.



Nación Multicultural.

Nota: ante las propuestas de “Chile Vamos” para la discusión constitucional, teniendo en cuenta que se propone una nación multicultural, y la ya legendaria ignorancia de nuestros políticos, me siento con la obligación de publicar el artículo que sigue:
Disculpen lo extenso, pero este tema es imposible tratarlo conj superficialidad, en todo caso, Ud. es libre de informarse o de no hacerlo.
Jba


            
¿MULTICULTUTULARIDAD?

SOBRE LA CULTURA MAPUCHE

La ley no ha definido que debe entenderse por cultura. Intentamos una definición para los efectos de este análisis: Cultura es el conjunto de valores, hábitos, costumbres, lenguaje, creencias  y tradiciones  que se viven en forma permanente, espontánea y generalizada en un grupo humano determinado, que se transmiten generacionalmente y cuyos cambios se producen en la evolución propia del grupo.

Se suele decir que uno de los fundamentos para las reivindicaciones indígenas es la mantención de la cultura mapuche.
La ley 19.253 en su Art. 1.- “El Estado reconoce que los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura.”
Luego agrega:
Párrafo 3 De las Culturas Indígenas
<<Art. 7. El Estado reconoce el derecho de los indígenas a mantener y desarrollar sus propias manifestaciones culturales, en todo lo que no se oponga a la moral, a las buenas costumbres y al orden público.
El Estado tiene el deber de promover las culturas indígenas, las que forman parte del patrimonio de la Nación chilena…>>
Es necesario definir cual es el universo al que se refiere la cultura mapuche.
Según las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) Chile actualmente tiene (2002) 15.050.341 habitantes En el Censo de 1992, la población total del país alcanzó a 13.348.401, lo que representa que en 10 años el número de habitantes creció en 1.701.940 persona. El total de mapuches es de 604,349,  un 4.6% de la población total del país. (Se me ha informado que la cantidad de indígenas ha aumentado sustancialmente en el último censo, fuera de toda coherencia estadística)
Distribución de la Población Indígena en Chile por región
Región de la Araucanía.
        De acuerdo a los datos censales, es en la Región de la Araucanía donde se concentra la mayor cantidad de indígenas en Chile, 204.125 personas, cifra que representa el 29,6 % de la población indígena total del país y el 23,% de la población total regional. De esta cifra se desprende que el total nacional de mapuches es de 604 mil 349 personas, lo que significa el 87,3 % de la población total indígena nacional.
Región Metropolitana.
La Región Metropolitana,  de los 6.045.192 habitantes de la RM, 191.362 personas declaran pertenecer a un grupo étnico, lo que equivale a un 3,2 % de la población de la región.
Región de Los Lagos.
         Es la tercera región en el país que acoge mayor cantidad de indígenas   que en su gran mayoría son mapuches. En ella viven 1.066.310 personas; 101 mil 733 se declaran indígenas lo que equivale al 9,5 %. O sea, los indígenas de la Décima Región son el 14, 7 % del total de indígenas en el país.
Región del Bío Bío
         En la Octava Región del país vive 1.859.546 personas. De ellas se declara indígena, el 2,9 % de la población, lo que equivale a 54.078 personas, sumando el 7,8 % del total indígena por región, representando el cuarto lugar en concentración indígena nacional por región.
 Estos datos acotan la incidencia de los  mapuches a que nos referimos en este artículo. Con esto no se pretende una mirada despectiva sobre los mapuches, sino tener conciencia de la real dimensión del tema que analizamos.
¿Cómo podemos evaluar la “cultura mapuche” como vigente en el día de hoy, y no como un proyecto voluntarista de inventar una cultura con vigencia? (Ministro Lavín: los chilenos debemos “mapuchenizarnos”)
En general se destacan por los autores dos grandes conceptos que distinguirían a la cultura mapuche y le otorgarían su identidad única y propia: su vinculación con la tierra y su lengua común. Ya Rodrigo de Bibar, cronista de Don Pedro de Valdivia, destacaba como elemento unificador y diferenciador  la lengua común de los indígenas de estas tierras. Así se ha sostenido desde entonces hasta los más modernos autores. 
Respecto de la vinculación con la tierra como elemento diferenciador, es difícil sostener esta característica como única y diferenciadota de un pueblo dado que en la generalidad de los pueblos primitivos se da, de un a forma u otra, esta característica. Para unos será la diosa tierra, para los bosquimanos de África serán los bosques de la tierra, para los pueblos andinos será la  pacha mama, para los aborígenes australianos es su territorio ancestral.
En el desarrollo de los poblamientos humanos desde los grupos de  cazadores, recolectores a agricultores elementales luego, en etapas más avanzadas, el proceso tiende a desligarse de este “aferrarse a la tierra” centrando las caracterizaciones  en elementos cada vez más intangibles y complejos hasta llegar a la globalización que estamos comenzando a vivir.
El lenguaje, en cambio es una característica que se puede considerar como sumamente válida para la identidad cultural única y diferente, por lo tanto utilizable para caracterizar una cultura. No es suficiente, sin embargo para caracterizar en forma absoluta una cultura.
Los hábitos y costumbres vividos  en forma permanente, espontánea, generalizada y cuyo desarrollo es armónico y común al grupo, son determinantes para la diferenciación con otras culturas. 
Estimamos interesante incluir los dos cuadros siguientes, publicados en la revista del Centro de Estudios Públicos (Ver pie de página),  para respaldar las afirmaciones que siguen: 

Grupos de intensidad
De pertenencia          Porcentaje
  Alta intensidad            19,6%          
Media intensidad           31,7%           
Baja intensidad              48,8%          
Total                              100%             

         Alta intensidad:      118.492
Media intensidad:   191.578
Baja intensidad:      295.017


Es, por decir lo menos, aventurado decir que existe una “cultura mapuche”.
LO RELIGIOSO.
En el estudio lo religioso se ha medido  por la participación en las ceremonias propias de las costumbres mapuches, todas con connotaciones religiosas.
La identificación religiosa de los mapuches no tiene un sesgo étnico como habitualmente se cree: los mapuches tienden a compartir la identidad religiosa de la población no mapuche de su misma condición.
El grupo de alta intensidad (el  20% de los casos) practica con mayor frecuencia las costumbres mapuche.
En el grupo de intensidad media, que representa casi un tercio de la muestra, la mayoría practica esporádicamente las costumbres y casi un 30% no lo hace nunca.
        El grupo de baja intensidad de pertenencia, que cubre prácticamente la mitad de la muestra y que, si bien se auto reconoce como mapuche, en su mayoría no practica las costumbres mapuche,.
Los tres grupos de intensidad de pertenencia atribuyen mayor relevancia a rasgos como el uso de la lengua, los apellidos, el conocimiento de la historia del pueblo mapuche o vivir en tierras mapuche que a la práctica de las costumbres. Aunque no siempre están presentes, se consideran elementos constituyentes de su cultura, que les dan un valor más bien simbólico y permanecen como parte del imaginario mapuche. No ocurre igual con otros atributos que tienen que ver directamente con la práctica de costumbres pues la participación en ceremonias mapuche, los ritos matrimoniales, la vestimenta o ir donde la machi no son considerados de gran importancia para la conservación de la cultura.
El sentimiento de pertenencia de los mapuche a su cultura va más allá de las prácticas mismas y que la pertenencia a la cultura mapuche coexiste con la pertenencia a una sociedad nacional mayor
Otro aspecto de la mayor importancia es la pertenencia de los encuestados es que 50% pertenecen a la Iglesia  católica y un 35% a religiones evangélicas, esto es, el 85% viven lo valores que nacen del cristianismo.
LA TIERRA.
La tierra como el asiento fundamental de la identidad mapuche. Después de la lengua (51%), “vivir del trabajo de la tierra” es el segundo elemento que los mapuches consideran más importante para mantener su cultura (32%),
La tierra es la modalidad de reparación preferida, sobre todo por los mapuches urbanos (59%) que se ubican por arriba de los mapuches rurales en este aspecto (39%). 
Acerca de la capacidad de mantener la cultura mapuche en el medio urbano: 76% de los mapuches considera que quienes viven en la ciudad pierden su contacto con la cultura mapuche. La urbanización es vista como una amenaza cultural de primer orden justamente por su impacto sobre la lengua y sobre todo por la pérdida de contacto con la tierra.
La identidad étnica mapuche parece estar recluida en la tierra que se constituye en soporte material de la economía mapuche, pero sobre todo en el fundamento simbólico de una comunidad que por otra parte se desvanece totalmente.
El 89% de los mapuches considera que las tierras deben ser de las personas y sus familias como ha sido la costumbre
Mucho de lo que se llama el problema mapuche proviene del desbalance entre la inviabilidad económica de la tierra indígena y la exacerbación de su valor cultural. El minifundio alberga esta contradicción interna: su valor económico no se compadece con su valor simbólico. Las dificultades de afirmar una identidad al margen de la tierra no auguran sino una profundización de este desajuste
Los datos indican que identidad étnica no va en desmedro del sentido de pertenencia nacional, lo que puede ser una prueba de que la afirmación étnica de la tierra no tiene un alcance territorial.
INTEGRACIÓN
El 73% de los mapuches dice sentirse plenamente integrados al país (apenas 3% marca nada integrado) y esta proporción es la misma en área rural y urbana. Este sentimiento de integración es algo menor entre quienes se identifican como mapuches a secas (identificación étnica) aunque sólo en la ciudad: en el área rural el sentimiento de integración nacional es tanto o más alto entre quienes se declaran abiertamente mapuches.
Los datos que proporciona la encuesta acerca de la exigencia de autonomía nos muestran que el 80% de los mapuches considera que las comunidades indígenas “deberían integrarse más al país”, mientras que solamente un 18% considera que “deberían tener más autonomía del resto de Chile”
Los mapuches, además de reconocerse como miembros de su pueblo original, también se reconocen como parte de una identidad mayor que podría identificarse como nacional. En este sentido los mapuches compartirían con el resto de los chilenos, o con distintos grupos de ellos, lugares de residencia, estilos de vida, escuelas donde asisten sus hijos, puestos de trabajo, entre otras cosas, lo que indica que no se diferencian mayormente de otros grupos del país y que presentan necesidades y expectativas similares.
Se percibe en las distintas declaraciones y posturas de los mapuche un sentimiento de integración a una identidad común a otros grupos sociales, en coexistencia con la pertenencia y la conservación de su cultura. De hecho, al consultar a los mapuches qué tan integrados se sienten a Chile, un alto porcentaje dice sentirse plenamente integrado,
La opinión respecto a la autonomía o a la integración de las comunidades mapuche al resto de Chile, es que, cerca de un 80%, afirma que las comunidades debieran integrarse más. De esta manera, se refuerza la idea de que existe en el imaginario mapuche un anhelo de integración a la sociedad mayor, aun cuando se reconozca la pertenencia a una cultura en particular y se mantenga con fuerza la identidad étnica que los constituye.
A este respecto es clara la situación de integración que existe en la sociedad chilena, a la pregunta “¿Se siente Ud. Mapuche, chileno o mapuche chileno?” el resultado es bastante categórico:
a) En el grupo de alta intensidad 72% se siente chileno.
b) En el grupo de media intensidad el 51% se siente chileno, un 48% se siente mapuche y chileno.
c) En el grupo de baja intensidad el 80% se siente mapuche y chileno.

LA LENGUA
Son muy pocos los que hablan o, al menos, entienden el mapudungun, especialmente en los grupos de intensidad de pertenencia media y baja, llama la atención que más de la mitad de la muestra en los tres grupos de intensidad de pertenencia consideran que la enseñanza del mapudungun debiera ser obligatoria para los niños mapuche, como indica el Gráfico Nº 3.
Respecto del idioma que se habla habitualmente con los niños pequeños en el lugar donde se vive, la mayoría contesta que en castellano, especialmente a medida que disminuye la intensidad de la pertenencia.,.
En el grupo de alta intensidad (el  20% de los casos) en que la mayoría habla la lengua mapuche y reconocen tener mucha sangre mapuche.
Según los datos analizados hay un conocimiento y uso menor de la lengua mapuche y, de hecho, un gran porcentaje no la habla ni la entiende, aunque la mayoría afirma tener mucha sangre mapuche.

SANGRE (linaje)
El resultado de la encuesta lleva concluir que todos los encuestados son mestizos, algunos reconocen un mayor porcentaje de sangre mapuche. El cuestionario propuso tres alternativas “mucha sangre mapuche”, “algo de sangre mapuche” y “nada de sangre mapuche”, lo que lleva a concluir que el total de la muestra es mestiza. ( Nota, el supuesto tiene una alta probabilidad de ser cierto dado el proceso de mestizaje ocurrido en Chile durante más de cinco siglos)
Aparentemente el supuesto, consciente o inconsciente, fue aceptar el mestizaje como un hecho, en base a este supuesto resulta que los encuestados de alta intensidad reconocen 99% de mucha sangre mapuche, en los de media intensidad un 88% y los de alta intensidad 33%.
En la alternativa algo de sangre mapuche los porcentajes son 2%, 12% y 64% respectivamente.
La alternativa “mucha sangre mapuche” representa el 63%.
La alternativa “algo de sangre mapuche” representa el 31%
Es decir el total de la muestra refleja un alto grado de mestizaje que,  representativa de una realidad etnológica que es coherente con la realidad histórica de  Chile.
Desde luego, los atributos propios de una cultura entendida como vivencia en forma permanente, espontánea y generalizada en un grupo humano determinado de dichos atributos, no se produce en los mapuches; en grupos cohesionados  de personas, 76% de los mapuches considera que quienes viven en la ciudad pierden su contacto con la cultura mapuche, (un 61% de los mapuches conforme a  la muestra está radicado en zonas urbanas) es decir hay una disgregación social, que se refleja en la falta de participación en las costumbre, la baja y, aún más, la nula capacidad para entenderse en un lenguaje común manifestada en los resultados de los estudios analizados, el uso del castellano en la relación con los hijos, el sentimiento de integración con a cultura chilena y su pertenencia a esta,
Si se entiende por cultura ciertas manifestaciones artesanales, muy del gusto de los “etnoturistas”, hay métodos menos trascendentes que una ley de la república para promoverlos.
Todo lo antes expuesto lleva a la conclusión, ineludible, de  afirmar que no existe en Chile una cultura mapuche vigente.
Del libro “Es Mapuche el Conflicto”


 (La información contenida en esta entrada pertenece a los trabajos de don Ignacio Irarrázaval Ll. Director del Centro de Políticas Públicas UC. y María de los Ángeles Morandé, Socióloga y profesional del Centro de Políticas Públicas UC y de  don Eduardo Valenzuela, Director del Instituto de Sociología, UC. publicados en la revista del Centro de Estudios Públicos, Nº 105 del verano de 2007.)