viernes, 12 de julio de 2019

Venezuela, ¿quien sabe lo que pasa?



 Venezuela, ¿quien sabe lo que pasa?

Al seguir de cerca el proceso de la política venezolana desde el mes de febrero de 2019 puede constatar que el periodismo está en una permanente  competencia por adelantar los hechos que no ocurren; se fundamentan en rumores, concluyen situaciones de hechos ciertos que no tienen los efectos que los periodistas desean, políticos opositores tratan de posicionarse criticando al Presidente Guaido, muchos de ellos aconsejan al Presidente por la no aplicación del artículo 187 N° 11, lo critican por aceptar la intermediación de Noruega, las reuniones en Barbados, es decir, no están contento con el trabajo de Juan Guaido.
Suponen que Maduro está ganando porque todas estas “vacilaciones” le estarían otorgando al dictador una ventaja estratégica, tienen razón si solo analizan lo que hoy ocurre de manera estática, sin considerar que el proceso tiene un dinamismo que  partió hace solo cinco meses, que Juan Guiado no había establecido un proyecto para dirigir el enfrentamiento con la maquinaria controlada por la pandilla que ha usurpado el poder.
Los primeros pasos que dio Guaido debieron ser, necesariamente, intuitivo e improvisados, las enormes concentraciones que lo acompañaron demostraron que los venezolanos necesitaban liberar la angustia y respaldar al joven  presidente de la Asamblea Nacional. Describió clara y visionariamente la crisis, la corruptela, las necesidades urgentes de su pueblo.
 Solicitó la ayuda humanitaria, en Cucuta se organizó un concierto que demostró respaldo internacional, más de cincuenta países lo reconocieron como Presidente Interino, el Presidente de los EEUU, comenzó a jugar un papel clave en configurar una alianza internacional para asegurar la salida de Maduro del control del poder.
En esta proceso se cometieron algunos errores, pero Guaido no perdió la esperanza, ni la calma y propuso a Venezuela tres   objetivos intransables: el término de la dictadura, un gobierno de transición, elecciones libres y democratiza: los venezolanos tenían un líder con causa, con objetivos simples, claros y posibles, todo simple, todo entendible para un pueblo angustiado.
Si bien nadie puede conocer como se han desarrollado las conversaciones,  como se lograrán los objetivos, el Presidente  Trump, con su frase “todas las posibles acciones estén sobre la mesa” reforzaba la esperanza y le otorgaba a Juan Guaido  respaldo y credibilidad.
¿Quién ha aprovechado los tiempos que se han dado por las conversaciones?
Durante ese tiempo Maduro ha perdido a su más importantes aliado internacional, China espera el resultado para negociar con quien sea triunfante en este enfrentamiento, se comienza a resquebrajar la unidad interna del régimen, Diosdado Cabello boicotea las conversaciones de Oslo/Barbados.
En este proceso los EEUU han consolidado una alianza multinacional para la acción que sea necesaria para terminar con el régimen de Maduro.
Juan Guaido mantiene sus objetivos y exigencias sin cambiar una sola coma.
No podemos saber hoy cual será la solución.
Juan Guaido no ha perdido, para bien de los venezolanos.

Julio Bazán A.
13 de julio, 2019.






martes, 9 de julio de 2019

Instituto emblemático.


Instituto emblemático.

Sin duda el Instituto Nacional es hoy más emblemático que nunca, todo el desorden, la carencia de análisis, los atropellos a la autoridad, la falta de seriedad de los apoderados, el uso de armas incendiarias, la brutal insolencia de muchachos que, teóricamente, están estudiando, la falta de respaldo a carabineros para que atrapen a los delincuentes que en ese establecimiento estudian, es una perfecta síntesis de lo quier ocurre en Chile.
Pareciera que nadie se percata que los jóvenes que están provocando desmanes, lanzando bombas molotov, insultando a parlamentarios, son un reflejo de la decadencia social a la que hemos sido arrastrados.
Me niego a pensar que las reacciones, que los comportamientos que hemos visto, en forma permanente y orquestada, de estos vándalos sea solo una reacción espontánea de niños y adolescentes  que buscan un mejoramiento de las mallas curriculares, me niego a aceptar que algunos  padres y apoderados respalden a sus hijos que se están formando, aparentemente, para ser delincuentes mas que para ser ciudadanos ejemplares, como lo han sido tradicionalmente los “institutanos”.
Se podrá decir que son pocos, que son infiltrados, que son niños luchando para mejorar la educación pública, no es así, ni cubrirse el rostro, ni paralizar las clases, ni escupir a los parlamentarios, ni insultar al rector el denigrar al Alcalde Alessandri, conseguirán tan sanos objetivos, conseguirán solamente causar un daño irreversible a aquellos alumnos que ingresaron al Instituto para formarse preparándose para ser mejores personas y mejores ciudadanos.
Me permito sostener que todo lo que ocurre en el Instituto es parte de una estrategia de demolición brutal a nuestras formas de vida.
No se puede dejar solo al Alcalde, la transformación del Instituto en un nido de delincuentes es un problema de características catastróficas, más que un terremoto, más que un tornado más que Tsunami.
Se está destruyendo la esencia de nuestra nacionalidad.

Julio Bazán A.
9 de julio, 2019.