martes, 4 de noviembre de 2014

Consejo Autoconvocado



“Déja vu.”

A propósito del Consejo Autoconvocado del partido Demócrata Cristiano, me permito transcribir algunos párrafos de la carta que, con fecha de 5 de abril de 1967, le envié a Jaime Castillo Velasco, en ese entonces alto dirigente del partido y, posiblemente, su mas importante pensador,  al que yo partencia. Desde que escribí esta carta han pasado 47 años.
La carta ha sido reproducida en toda su extensión por el filósofo e historiador Dr. Víctor Farías.
Poco tiempo después dejé de pertenecer al PDC.

Julio Bazán A.
4 de noviembre, 2014.



<<El momento político actual me obliga en conciencia a revisar nuevamente la situación por la que atraviesa el país y dentre de esta situación, el momento de la Democracia Cristiana>>…
<<La primera pregunta que me surge es si somos o no somos un partido marxista.- Si deseamos o no deseamos el triunfo del marxismo en Chile.-i creemos o no creemos que nuestras alternativas y nuestros métodos y, porque no decirlo, que nuestros objetivos políticos se diferencian de los del marxismo.>>
<<A esta primera pregunta la contestación surge clara y nítida.- No somos marxistas, no deseamos el triunfo del marxismo en Chile, creemos que nuestra solución y que es la única para nuestra para nuestra situación y nuestra realidad…>>
<<Si nuestro camino es la alianza con el FRAP (Frente de Acción Popular, coalición de partidos políticos de izquierda de Chile vigente entre 1956 y 1969)  alianza que estaría condicionada al camino marxista, porque en esto no podemos ser ingenuos, la chance presidencial del partido se termina para 1970. porque no será el FRAP quien apoye a Tomic ni ninguno de los nuestros sino que tendremos que ser nosotros  quienes apoyaremos a Raúl Ampuero o Salvador Allende.->>
<<Hemos elegido un camino un camino revolucionario nuevo. Que su pone que no habrá dictadura en este país. Para poder seguir adelante necesitamos poder contar cine el país, poder pedir la colaboración del  y cuando digo colaboración del país, comprende que no solamente necesitamos la valoración del pueblo como masa, sino de todas las fuerzas económicas, sociales y políticas que dentro del país se mueven.->>
<<Frente a mí mismo estoy consciente de que deseo profundas revoluciones en mi país, pero estoy consciente también de que un país no es revolucionario por gritos, o por bombos.>>
<<La revolución se mide por redistribución de la renta nacional, por desarrollo industrial, por inversiones, por aumento de la producción agraria, por aumento de los consumos populares, por participación en el ejercicio del poder, no se mide por gritos y por permanentes críticas que representan mas los sentimientos frustrados y frustradotes de un marxismo añejo en la realidad nacional.>>
 
   


viernes, 24 de octubre de 2014

Carta a la Sra. Presidenta

Carta dirigida a la Presidenta:

Comunidades mapuche de Malleco anuncian proceso de demarcación territorial

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MICHELLE BACHELET JERIA
Presidenta de la Republica de Chile
Presente:
De nuestra consideración.
Las comunidades Mapuche abajo firmantes comunicamos a ud, y a su gobierno de la Nueva Mayoría que, los Mapuche hemos tomado la firme decisión de transitar hacia un proceso de implementación del derecho a la Libre determinación y la restitución de nuestro territorio usurpado.
El derecho Internacional mediante la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas ha establecido lo siguiente:
Los Pueblos Indígenas tienen el derecho a la Libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico social y cultural”.
Del mismo modo el derecho internacional sobre el derecho al territorio y sus recursos establece:
Los Pueblos Indígenas tienen derecho a la reparación, por medios que puedan incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, sin el consentimiento previo libre e informado.
Tanto el derecho a la Libre determinación Mapuche y el derecho al territorio implica un conjunto de acciones concretas de parte del Pueblo Mapuche. En este sentido anunciamos los siguientes:
I.- Que, comenzaremos un masivo proceso de Demarcación Territorial Mapuche, especialmente las tierras ancestrales del cual fuimos despojados mediante la fuerza y la violencia militar del Estado Chileno.
II.- La Demarcación Territorial, significa en términos prácticos que las comunidades comenzaran a tomar posesión de todas las tierras que nos pertenece legítimamente.
III.- Hacemos un llamado a todas las comunidades Mapuche del país a implementar un proceso de Demarcación Territorial e iniciar un proceso masivo de restitución y posesión material de las tierras que fueron usurpados.
Atentamente.
Comunidad Mapuche Coñomil Epuleo, Lof Kolliko.
Comunidad Mapuche Wente Wuinkul Mapu.
Comunidad Mapuche Temucuicui Autónoma.
Comunidad Mapuche Trangol de Victoria.
Comunidad Mapuche Mallekoche.
Comunidad Mapuche Rankilko.
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martes, 21 de octubre de 2014

Respaldo de Huenchumilla





Respaldo de Huenchumilla.

El día lunes 20 de octubre el Sr. Intendente de La Araucanía, en la reunión de ENAGRO afirmó que el problema de la región tenía carácter político; anunció, además, que el tema que se activaría sería el de la Autonomía.

Debo destacar que lo afirmado por el intendente es, ni más ni menos, lo sostenido, argumentado, respaldado jurídica e históricamente en este Blog.

Deseo dar a conocer el sentimiento de frustración vivido durante hace más de dos años, al no ver la reacción de los habitantes de la zona respecto de lo sostenido

¿Tenía que ser un representante de este gobierno quien abriera las puertas a este debate?

El gobierno anterior y sus representantes en diversos niveles se negaron sistemáticamente a conversar sobre lo que planteábamos.

El reconocimiento realizado por Francisco Huenchumilla puede tomar dos caminos: la utilización por la izquierda para sus propios fines de dominio total, o por nosotros para emplazar a los gobernantes a que se pronuncien si están o no de acuerdo con la emancipación, la autonomía y la soberanía territorial que son las aspiraciones que don Francisco avizora.

Julio Bazán A.

21 de octubre 2014.


martes, 7 de octubre de 2014

El Show de Espina IV



El Show de Espina IV
¿A cuales “territorios” ser refiere el senador?

Declaración del senador Espina en su página “web” (Abril de 2013): <<No es un misterio para nadie que el Estado chileno, a través de los procesos de reducción y radicación, ha confinado al pueblo Mapuche a vivir en un terreno de 500.000 hectáreas aproximadamente, en circunstancias que antes lo hacían en un terreno de 5 millones de hectáreas. Por lo mismo, yo invito a todos los chilenos a replantearse si realmente creemos que los alegatos del pueblo Mapuche no tienen fundamento alguno.>>
Mi contestación fue: (Abril de 2013) <<Afirmar que “no es un misterio para nadie” que señala en su escrito, es una frase que rechazo por insustancial e impropia, sin fundamento. ¿Quién se cree que es el senador para afirmar que “no es misterio para nadie” lo que él afirma, esto es bastante arrogante. Nadie puede, sin fundamentos, arrogarse la representación de todos los chilenos, Desde luego para mí y para los que piensan como yo, todo lo que afirma el senador es, a lo menos, muy impertinente.>>
¿Quién informó al senador lo de las 5.000.000 millones de hás. La región de La Araucanía tiene 32.000 kilómetros cuadrados, esto es, 3.200.000 de hás.
Otro cálculo:
De la “Comisión Títulos de Merced”, (Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato):
<<Entre los años 1930 y 1972, las ventas de tierras de los Títulos de Merced fueron autorizadas por los Jueces de Indios, existiendo entre los años 1943 y 1947, un período en que no existieron restricciones para que los mapuche enajenaran las hijuelas resultantes de la división de estos títulos. Durante este período la pérdida de tierras mapuche fue considerable. En 1970 los abogados del Instituto de Desarrollo Indígena (IDI), calculaban en 100 mil hectáreas las tierras perdidas.>>
El Sr. Espina supone una deuda en tierras del Estado de Chile; sin aceptar el concepto de “deuda”, ¿a qué cantidades de hectáreas se ha referido el senador. Las 100.000 de la Comisión Aylwin calculadas por los abogados del Instituto de Desarrollo Indígena (IDI), de las 500.000 o de los 5.000.000 que el propio senador publica.
En algún momento el senador deberá explicar con claridad todas y cada una de sus afirmaciones sobre los territorios que él afirma que el Estado de Chile. O ¿espera que este tema sea definido por el “Aukiñ” que propone?
La política indígena de los gobiernos desde 1992 está determinada por un sistema de afirmaciones voluntaristas ordenadas a imponer un pensamiento indigenista que prescinde de la legalidad vigente y que, por lo tanto, destruye el Estado de Derecho. 
No se puede, en mi criterio, hacer afirmaciones respecto de cuyas fuentes  no se informa.

Julio Bazán A.
7 de octubre 2014.

P.S. Hoy hemos oído a funcionarios de gobierno atribuir a personas que, guiados por el afán de ganar dinero con la venta de madera, son los responsables de los camiones incendiados en los últimos días. La culpa, ahora, la tiene el lucro.

domingo, 5 de octubre de 2014

Rectificación




Rectificación

En el artículo “El Show de Espina III me refiero al “DL 2.598”, de decir DL 2.568”

JBA

sábado, 4 de octubre de 2014

El Show de Espina III



El Show de Espina III

Del documento del senador Espina:
<<…uno de cuyos mandatos será hacer un catastro y delimitar las tierras que el Estado de Chile debe al pueblo Mapuche. Para ello, deberá  oír las reivindicaciones territoriales de las comunidades y sus fundamentos históricos y legales; como asimismo de los agricultores, parceleros y emprendedores forestales, recopilará la información que juzgue necesario y determinará los límites que corresponda restituir.>>
Este tipo de afirmaciones son, precisamente, las que permiten a los indigenistas exigir territorios para el “Pueblo Nación Mapuche”. En efecto, el senador reconoce derechos “territoriales” sin dejar margen alguno para buscar y encontrar la verdad histórica y jurídica de las demandas indigenistas. Al decir “recopilará le información…y determinará los limites que corresponda restituir” (curiosa frase que no define el objeto cuyos limites  corresponda definir, un castellano que se ha paseado por las oficinas de los más importantes personajes de Chile) acepta implícitamente que hay que restituir, esto es, conforme a  las dos primeras acepciones de la RAE para restituir : . 1.-Volver algo a quien lo tenía antes.2.-. Restablecer o poner algo en el estado que antes tenía. Resulta que toda la evidencia histórica y jurídica no avala esta temeraria suposición del Sr. Espina. Pero la fuente de estas afirmaciones está en los documentos generados por la Concertación, tanto en el programa del Sr. Aylwin como en las legislaciones. La izquierda nacional e internacional se caracteriza por la reinvención de la historia., en este caso desconocen deliberadamente la existencia y los efectos del DL 2.568 siguiendo la línea de la Comisión Aylwiwn. Aceptar estas historias reinventadas con una facilidad que revela lo menos, falta de análisis y de seriedad y, a lo mas, intencionalidad torcida.
 Todo hace suponer que su fuente de información proviene de la “Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato”, mamotreto que no creo que haya leído y que, si lo ha leído, no lo ha analizado. Esta comisión tenía un componente Premio Nacional de Historia, don Lautaro Núñez,  arqueólogo del norte; ni un solo historiador de la Academia Chilena de la Historia. El resto puros indigenistas ideologizados. En todo caso la comisión también la integró Felipe Larrain, ex ministro de Hacienda, quien emitió un lapidario informe de minoría sobre las distorsiones históricas contenidas en el Informe Final.
La realidad, por su parte, comienza a emplazar a Espina: la violencia en La Araucanía no solo no se aplaca, recrudece, se reafirma, se extiende, los camioneros han sido y son hoy las víctimas, pero a no equivocarse, los agricultores de toda la zona están comprendidos en las  demandas territoriales, los pequeños agricultores viven atemorizados, sino aterrorizados. Los grandes, al “aguaite” de lo que pasará.
Las autoridades califican la situación en La Araucanía de “conflicto social” como si fuera una huelga de los empleados fiscales pidiendo aumento de sueldo. Nada se le oye al Sr. Espina sobre esta definición, el está colaborando para el éxito del alcalde, el que preguntó si se detendría una toma mostrando un “papelito” (escritura de dominio) para evitar una toma, ¿será amenaza o advertencia? Doce años de parlamentario y no sabe nada de lo que realmente pasa en la zona que representa, o no quiere saberlo.
Dada la realidad que se está viviendo en la zona, cabe preguntar si de las 120 reuniones sostenidas con las “fuerzas vivas” se propuso siquiera una tregua en que participaran los indigenistas para encarar el problema de la paz en una ambiente pacífico.
Todo lo analizado puede derivar en reuniones entre los que están de acuerdo en casi todo, pero sin la concurrencia de quienes non están de acuerdo en renunciar a sus demandas de emancipación y autonomía, como se ha dicho en el artículo anterior de este análisis, no se logrará la paz deseada por todos.
El video de respaldo a Espina es de una ingenuidad angelical, sin sustancia:  “queremos la paz en La Araucanía”, ¡bravo! todos de acuerdo, viva Espina…sin evaluar que estaban siendo utilizados por un típico político.
Es necesario restablecer la verdad, tarea difícil por la infiltración conceptual y los supuestos falaces como los sostenidos en el documento de Espina, mas de veinte años de concientización orquestada y vociferada por los medios de comunicación, financiados por organismos extranjeros cuyos objetivos no se conocen. Si a esto sumamos la inercia, casi bovina, de dirigentes de la zona y el temor de sus representantes por el enorme poder político de la izquierda gobernante la tarea se dificulta.
Una reminiscencia histórica: los persas, amos del mundo, atacaron a los griegos. Sus fuerzas tenían una superioridad incalculable. Pero  trescientos espartanos comandados por Leónidas, detuvieron a los cientos de miles de persas en el paso de las Termópìlas, por su parte, Temístocles derrotó, en la batalla naval de Salamina,  a la poderosa armada persa con una flota sumamente inferior (480 A.C.).
Ni Leónidas ni Temístocles ni los espartanos se escudaron en su inferioridad numérica para salvar a Esparta y la soberanía de Grecia.
Julio Bazán A.
4 de octubre, 2014








sábado, 20 de septiembre de 2014

El Show de Espina II



El Show de Espina II

De la propuesta del senador Espina.
En el documento del senador se propone en el Nº 1 “Política de tierras”:
<<Crear un Consejo o Aukiñ ad hoc para la paz social en La Araucanía, establecido por ley, e integrado por representantes del Estado, del pueblo Mapuche, de los agricultores, parceleros y emprendedores forestales no Mapuche, uno de cuyos mandatos será hacer un catastro y delimitar las tierras que el Estado de Chile debe al pueblo Mapuche. Para ello, deberá oír las reivindicaciones territoriales de las comunidades y sus fundamentos históricos y legales; como asimismo de los agricultores, parceleros y emprendedores forestales, recopilará la información que juzgue necesario y determinará los límites que corresponda restituir.>>
Pareciera evidente que un Consejo para lograr la paz social integrado por todos los participantes en un conflicto es una buena idea. Muy buena si cumple con una condición básica, que la integren todos los participantes. Al leer las primeras líneas de este párrafo se definen los participantes, el Estado, del pueblo Mapuche, los agricultores, parceleros y emprendedores forestales no Mapuche…
En la tercera línea surge la primera cuestión “el pueblo Mapuche”: A quienes se refiera el Sr. Espina, porque no define que significa “pùeblo mapuche”; investigué el tema de los indígenas en la CONADI, transcribo la Información de 15 de febrero de 2011:
Por correo electrónico de fecha  15 de febrerote de 2011 la Sra. Marlene Fuentes Serrano, encargada de Gobierno Transparente CONADI Temuco, me envió la información relativa a la creación de comunidades indígenas al amparo de la ley 19.253 desde  1994 a la fecha del correo.

El correo contenía la información de las comunas de Angol; Cholchol; Collipulli; Cunco; Curacautín; Curar.rehue; Ercilla; Freire; Galvarino; Gorbea; Lautaro; Loncoche; Lonquimay; Los Sauces; Lumaco; Melipeuco; Nueva Imperial; Padre Las Casas; Perquenco; Pucón; Puerto Saavedra; Purén; Temuco; Teodoro Schmidt; Traiguén; Victoria; Vilcún; Villarrica.
El total de comunidades creadas a esa fecha era de 1.914, con un total de 81.875 comuneros, de los cuales 38.181 no eran de etnia  indígena, esto representa  un 48.63 %. De las 1914 comunidades un alto porcentaje, según CONADI, era de personas que habían sido beneficiadas por el saneamiento de títulos por el DL. La CONADI incentivo estas acciones para que pudieran obtener  tierras al amparo de la ley  19.253. CONADI no pudo definir el porcentaje.
 Al enfrentarla. a estas realidades, la Sra. Fuentes me manifestó que se debía a un problema del software computacional. Esta información fue solicitada nuevamente en el escrito enviado a CONADI.
Con fecha 13 de abril de 2011 el Sr. Patricio Sáenz, Subdirector Nacional CONADI Temuco me envió una carta, la  Nº 648, me dice; “Para dar respuesta es necesario cumplir con un proceso formal exigido por  la legislación vigente para estos casos, lo cual se dio cumplimiento para la remisión de los antecedentes solicitados Se adjunta CD con la información requerida y se cumple el listado de peticiones pero se excluyen algunos puntos que exceden a nuestras competencias. No obstante lo anterior  se remite toda la información que se encuentra en nuestros registros institucionales y que están  a disposición del público en general.”
Esta falta de información  me ha impedido cuantificar a los mapuche de las comunas indicadas. Más aún, la proporción de comuneros que no pertenecían a la etnia mapuche (48.63 %) de los miembros de comunidades informado oficialmente por CONADI aparece como sumamente grande e indefendible.
Es por lo anterior que es indispensable que el senador  explique y defina que es “pueblo mapuche” para los efectos de este Consejo.
Por si esto fuera poco, no figuran entre los eventuales convocados a “Aukiñ” los ideólogos y líderes partidarios, promotores y activistas de la “emancipación” del “pueblo nación mapuche”, siendo estos activistas los que utilizan la violencia para lograr sus fines. Sin el acuerdo de estos es imposible lograr la paz en La Araucanía.
Al “Aukiñ” del senador le falta el acuerdo de los únicos que no desean la paz, que son fuertemente financiados por ONGs extranjeras y que han explicitado sus propósitos. En todo caso reservo la posibilidad de disculparme ya que podría ser que el acuerdo con el abogado José Lincoqueo y con el dirigente de la CAM, Héctor LLaitul  ya haya sido logrado por el Sr. Espina en alguna de las 120 reuniones… Además el senador debería lograr el pronunciamiento de los representantes del Estado respecto a si están o no de acuerdo con la autonomía territorial del “Estado Nación Mapuche”, esto es, si están de acuerdo con interrumpir la continuidad territorial de Chile entre el Bío-Bío y el Tolten.
En resumen, no define “pueblo mapuche” y no se refiere a la participación de los únicos que importan para un acuerdo efectivo de paz.
Continúa el párrafo: <<uno de cuyos mandatos será hacer un catastro y delimitar las tierras que el Estado de Chile debe al pueblo Mapuche. Para ello, deberá oír las reivindicaciones territoriales de las comunidades y sus fundamentos históricos y legales>>.
Como siempre el senador supone una deuda en tierras del Estado al pueblo mapuche, para definir el monto de esta deuda el “Aukiñ” deberá oir las reivindicaciones territoriales de las comunidades. Es necesario establecer que en el año 1911 se publicó el “Mapa Boloña”, realizado por el cartógrafo Nicolás Boloña en que el total de las tierras están debidamente asignadas a propietarios con títulos de dominio. Esta cartografía es documento oficial del Estado de Chileno.
Hemos dado a conocer la realidad de las comunidades reportada por la CONADI, cualquiera sea la diferencia entre lo informado en 2011  y hoy, es sumamente difícil arribar a conclusiones válidas respecto a los eventuales beneficiarios o acreedores de la “deuda”.
Pero aquí hay un fenómeno de la máxima importancia. La ley 19.253, la CONADI, y todas las definiciones del aparataje comunicacional de los activistas desconocen deliberadamente la existencia del DL 2.598 y sus efectos jurídicos, entre otros, la cosa juzgada y la existencia de títulos de dominio sobre las tierras pretendidas. Los contenidos conceptuales están contenidos en el documento “La Verdad Histórica ye Nuevo Trato”” generado por la Comisión creada por el Presidente Aylwin.
Este informe, si bien publicado con posterioridad a la ley 12.253, está dirigido y orientado por los grupos indigenistas que asesoraron al gobierno de la época en la conceptualización y redacción de dicha ley.. Las definiciones sobre tierra de CONADI son una transcripción literal de las definiciones de esta Comisión.
Es de esperar que el senador honre su cargo buscando la verdad y que esta propuesta no está dirigida solamente por ambiciones personales.

Julio Bazán A.
20 de septiembre, 2011

P.S. sugiero leer las entradas “La Falsedad Histórica”… y “La CONADI instrumento…”en este mismo Blog.
jba
  







martes, 2 de septiembre de 2014

El Show de Espina




El Show de Espina.

El senador Espina vuelve a fundamentar sus propuestas en afirmaciones que revelan superficialidad, falta de información histórica sicológica y una curiosa debilidad referente al Estado de Derecho.
Su “resumen ejecutivo” afirma:
<<Uno de los aspectos más relevantes de la región, es su multiculturalidad. En efecto, cohabitan descendientes de culturas diferentes, con identidades y propias 2 y complementarias. Convivencia que no ha estado exenta de dificultades, pero que la inmensa mayoría Mapuche y no Mapuche armoniza día a día.>>
<<Sin embargo, pese a esta realidad, históricamente se ha desconocido el hecho de que La Araucanía es por esencia multicultural. Los Mapuche, si bien se sienten en su gran mayoría chilenos, son un pueblo que tiene su propia identidad, tradiciones, cultura y lengua, lo que un sector de la sociedad chilena aún no termina de comprender>>
Hace ya algún tiempo sostuvimos un intercambio de opiniones sobre este tema.
Vuelvo a preguntarle al Sr. Espina debido a que no existe una cultura mapuche vigente, como define  “cultura”. Por mi parte le aporto una definición
“Cultura es el conjunto de valores, hábitos, costumbres, lenguaje, creencias  y tradiciones  que se viven en forma permanente, espontánea y generalizada en un grupo humano determinado, que se transmiten generacionalmente y cuyos cambios se producen en la evolución propia del grupo”.

Estimamos interesante incluir los dos cuadros siguientes, publicados en la revista del Centro de Estudios Públicos, para respaldar las afirmaciones que siguen: 

Grupos de intensidad
De pertenencia          Porcentaje
  Alta intensidad            19,6%          
Media intensidad           31,7%           
Baja intensidad              48,8%          
Total                              100%             

Alta intensidad:      118.492
Media intensidad:   191.578
Baja intensidad:      295.017


Es, por decir lo menos, aventurado decir que existe una “cultura mapuche”.
LAS TIERRAS.
En relación con las tierras el documento del senador dice: <<Las tierras adeudadas a las comunidades Mapuche deben entregarse a todas las comunidades hereditarias de una sola vez no pudiendo, producto de la subdivisión de las comunidades, ampliarse a tierras no comprendidas ni asociadas al Título de Merced o de dominio originales. >>
Nuevamente el Sr. Espina supone que los Títulos de Merced otorgan derechos actuales a las “comunidades “.
Respecto de esto, por la aplicación  del DFL 2.568, se sanearon el total de las propiedades poseídas en común otorgándose títulos de dominio definitivos a los que las poseían en común.  En declaración hecha en 1990 por el Director de la División de Asuntos indígenas del gobierno del Presidente Sr. Patricio Aylwin: <<…de 2.190 comunidades existentes a la fecha de la promulgación del DL 2.568, de 1979, sólo 20 no se habían dividido…se entregaron mas de 76.000 títulos de dominio individuales a mapuches>>
¿Es que el senador no sabe esto?
Todos los títulos de dominio individuales están respaldados por sentencias judiciales ejecutoriads, debidamente archivados en los archivos judiciales correspondientes a los juzgados sentenciadores. Más aún, ninguna reclamación impugnando estas sentencias ha sido acogida  por los tribunales chilenos.
Esto, Sr. Espina, se llama Estado de Derecho y me recuerda el garrafal error que Ud. cometió cuando se refirió a la doble titulación en La Araucanía.
En todo caso, el proyecto no especifica las tierras que se comprarían   para entregarlas masivamente a las “comunidades”.Tampoco establece  como se pagarían ni el sistema que se utilizaría para lograr que quien no quiere vender sea obligado a hacerlo. (Tampoco ha comprendido el concepto de “comunidades”).
Es lamentable que Ud. no distinga entre objetivos finales de los indigenistas y los medios violentos que se han empleado y que se emplean para ir constituyendo el “territorio mapuche”.
Esta es una primera contestación; ya continuaremos analizando los alcances de su programa, como es el concepto de “reparación”, que a muchos les puede haber  alentado para apoyar su simpático video “soy partidario de la paz”.
También soy partidario de la paz.
Pero con plena vigencia del Estado de Derecho, respeto al derecho de propiedad y capacidad de ejercer el derecho a ser defendido por los organismos del Estado, en caso estos derechos sean conculcados.
En definitiva, un Show mediático en que el senador respalda las mentiras de los indigenistas.

Julio Bazán A.
2 de septiembre, 2014.






domingo, 24 de agosto de 2014

CONTINUADORA DE LA UNIDAD POPULAR



CONTINUADORA DE LA UNIDAD POPULAR.

Con el objeto de insistir en los objetivos reales que existen para generar, activar y mantener el conflicto en La Araucanía y apremiado por lo afirmado por la Sra. Presidenta en África, declarándose continuadora de la obra de la Unidad Popular, transcribo párrafos del libro ¿Es Mapuche el Conflicto?

CONCEPTO DE “USURPACIÓN” DE TIERRAS. La nostalgia socialista.

La Comisión (Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato)busca sus fundamentos ideológicos en el pensamiento y en la acción de la Unidad Popular, que gobernó a Chile entre 1970 y 1973, en efecto, así se desprende de la lectura del informe de La Comisión para definir el concepto que anuncia esta parte del análisis:

<<11.1. La Reforma Agraria durante la Unidad Popular-

El manifiesto y compromiso firmado en el cerro Ñielol el año 1964 entre el entonces candidato a la presidencia Salvador Allende y el pueblo mapuche contemplaba el dictado de una nueva ley indígena, en la que, respecto a la propiedad de las tierras, se debía abordar la “... restitución y remensuramiento de todos los fundos colindantes con comunidades o propietarios indígenas, para saber a ciencia cierta las hectáreas usurpadas y la vuelta inmediata a sus dueños... ”.

<<En este sentido el programa de la Unidad Popular era claro respecto al tratamiento del tema indígena. “La defensa de la integridad y ampliación y asegurar la dirección democrática de las comunidades indígenas, amenazadas por la usurpación, y que al pueblo mapuche y demás indígenas se les asegure tierras suficientes y asistencia técnica y crediticia apropiadas..>>. 

Una vez iniciado el gobierno de la Unidad Popular, se inicia una política sistemática y coordinada destinada a resolver la demanda de tierras mapuches. Esta política se inaugura y adquiere su máxima expresión con el denominado “cautinazo”, momento en que el conjunto de los organismos del agro, encabezados por el ministro de agricultura de entonces, Jacques Chonchol, se trasladan en su totalidad a la ciudad de Temuco.
El proceso de restitución de las tierras usurpadas era difícil y complejo ya que la ley indígena que operaba hasta ese momento, no consideraba la restitución de tierras usurpadas. Allende pensó en resolver el problema de las “tierras indígenas” de la manera más efectiva y rápida posible; para ello, sugirió aplicar la Ley de Reforma Agraria para tratar de resolver el problema de la restitución de tierras.>>
Lo que no dice el documento es que las expropiaciones, que tenían conforme a estos enunciados como finalidad la restitución del dominio de las tierras a los mapuche, se radicó en la Corporación de Reforma Agraria, por la vía de los asentamientos campesinos.
Al tomar como fundamento lo expuesto sobre el concepto de “usurpación” las definiciones de la Unidad Popular, respaldan  la afirmación contendida en este libro en que se afirma que la política indígena contenida en los instrumentos generados por la ley 19.253 pretende aplicar los conceptos de la Reforma Agraria en la Araucanía. Esta vez, la Nueva Mayorñia,  sin expropiación: por expoliación provocada por la agitación con tomas y amedrentamiento para quebrantar la voluntad de los agricultores y obtener tierras vía CONADI.
Julio Bazán A.
24 de agosto 2014.

sábado, 2 de agosto de 2014

Paz en La Araucanía



PAZ EN LA ARAUCANÍA.

Esta frase, generalizada, transversal, tranquilizadora, que utilizan  todos los sectores que proponen como finalidad de cualquier acción que se proponga para la región: el logro de la paz.
¿Es la paz un bien en sí mismo? Si, ciertamente, lo es.
Entonces ¿porque ha sido tan difícil lograr la paz en La Araucanía?
La contestación parece sencilla, y por sencilla, o por temor a la verdad, no se expresa, no se analiza, no se debate; la violencia aumenta, los violentistas están cada vez mejor entrenados, mejor  equipados, mejor organizados, él  Estado cada vez, mas confundido.
Conseguir la paz supone el acuerdo entre la sociedad civil, que comprende a todos, mapuches o no mapuches, los grupos indigenistas activistas,  y el Estado. Cualquiera de estos grupos que no está disponible para conseguir la paz, destruye los procesos de pacificación.

Para poder dimensionar el problema de La Araucanía es nececesario  recurrir a una simple definición: la violencia es un medio para conseguir un objetivo. El Objetivo es la creación de un estado autónomo entre al Bio Bio y el Toltén. Es decir, ceder soberanía en un territorio comprendido entre estos ríos y desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico.

La violencia deliberada y programada  es un instrumento para cercenar la continuidad del territorio nacional.
Generar programas de desarrollo no solo está bien, es necesario, pero hay que estar conscientes que, por si solos, no aseguran el objetivo de paz.
Hay consenso en que el pueblo mapuche no participa de la violencia de los indigenistas. Negociar con ellos es posible y, con seguridad, se conseguirán importantes avances en la integración nacional.
Per no son estos mapuche los que no quieren la paz. Son aquellos que reivindican la “emancipación”, la “autonomía territorial” (entre al Bio Bio hacia el sur) del “Pueblo Nación” mapuche.
José Lincoqueo, abogado mapuche escribió a la entonces presidenta electa Sra. Bachelet:
“…Chile llega hasta la rivera norte del Bío Bío, que en su inciso final dispone que “...el Bío Bío es la línea divisoria entre los nuevos hermanos y aliados” , es decir, es la frontera entre Chile, y Ragko Mapu (Arauco en el idioma español de ustedes los chilenos)”,  En una conversación casual con el abogado José Lincoqueo, sostenida en las oficinas del Archivo General de Asuntos Indígenas en Temuco, me dijo textualmente: “…si, es cierto que estoy suspendido del ejercicio profesional, pero solo para representar a terceros, en las demandas sobre tierras mapuche me represento a mí mismo como copropietario de todo este territorio junto a mis hermanos mapuche”. 
Demás está decir que el Sr. Lincoqueo es referente intelectual e ideológico de los movimientos indigenistas.

Héctor LLaitul: El pensamiento emancipatorio de la Coordinadora Arauco-Malleco / Una estrategia de Liberación Nacional Mapuche (Parte I)

<<…la CAM  ha manifestado  así  su  posición:  “Es  la  restitución  de  la  autonomía  del  pueblo Mapuche,  el autogobierno,  la  construcción  de  una  economía  interna,  el  control  de  las  relaciones sociales,  el  respeto  a  la  cultura  y  a  la  lengua.  Hemos  comenzado  un  proceso  de acumulación de  fuerzas, proceso necesario para  conseguir el objetivo de  la autonomía  y posterior  liberación”. Entonces, para mayor  comprensión, debemos dejar  claro  también, que la CAM no es separatista, no hemos planteado la creación de un Estado separado del chileno, por tanto la demanda separatista no aparece en nuestro pensamiento y discurso.
Lo que si se expresa es la demanda territorial para desarrollar un proceso de autonomía y liberación  nacional.  Podría  parecer  claro  que  la  demanda  de  recuperación  total  del territorio  ancestral  abre  la  posibilidad  de  una  posición  separatista,  pero  al  respecto  no tenemos  una  posición  definida.>>

Carta del Lonko Catrilanca.
…”En ese contexto, nuestras demandas puntuales para establecer dialogo real y soluciones concretas son las siguientes
1.- Derechos Territoriales.
a) Devolución del Territorio Mapuche desde el río Bíobío al Sur, a partir del reconocimiento explicito que el Estado hace sobre su existencia en el Tratado de Tapihue de (1825) Art. 19”
Las afirmaciones las respaldan en el Parlamento de Tapihue, al que otorgan categoría de “Tratado Internacional”. Esta afirmación carece absolutamente de fundamento, así  está ampliamente refutada en el libro ¿Es Mapuche el Conflicto? 
De estas afirmaciones, entre muchas, se puede deducir con certeza quienes se oponen a la paz en La Araucanía y lo utópico que resultan las declaraciones de políticos que, con buena voluntad, esperan que los programas de desarrollo que impulsan pudieran recuperar la paz en zona.

Hemos destacado tres declaraciones que se refieren a la creación de un Estado Autónomo, haciendo hincapié en la frase “al respecto no tenemos posición definida”, (refiriéndose a separación del Pueblo Nación Mapuche con Chile)  del documento de la CAM.”

El núcleo del debate debería ser el tema real de discusión y de búsqueda de soluciones. El problema radica en saber se los líderes indigenistas están dispuestos a deponer sus objetivos.
No menos importante es saber si los responsables del Estado chileno están dispuestos a entregar territorios autónomos al Pueblo Nación Mapuche. Esto es, nada más y nada menos, ceder soberanía.
Las definiciones deberían explicitarse para saber de que se trata la búsqueda de la paz en La Araucanía.
Hay que subrayar  que lo que ocurre en La Araucanía no es un “conflicto social”, como livianamente se sostiene, es conflicto político, de  ejercer o no la soberanía por quienes tienen la obligación de hacerlo.

Julio Bazán A.
2 de agosto, 2014