domingo, 19 de abril de 2015

La Líder?




LÍDER.

¿Se le ocurriría a alguno de Uds. pedirle a Ricardo Lagos E. que se transforme en líder? O ¿se la habría ocurrido a alguien pedírselo a Eduardo Frei Montalva, o Jorge Alessandri o a Arturo Alessandri?
A nadie se le ocurriría tamaña estupidez. Eran líderes, sin necesidad de anunciarlo, sin necesidad de un vocero que lo repitiera diariamente para que el país supiera de la existencia de un ser humano con esta característica.
El líder se reconoce por su sola presencia, por su poder para interpretar los sentimientos generales y para orientar a grupos humanos en determinadas direcciones; que no significa “caerle bien” ala gente.
El líder político tiene el instinto para actuar en sintonía con su pueblo, sabe cual es el objetivo que se  propone, y reconoce las características psicológicas que llevaran a sus dirigidos a la búsqueda y concreción de dichos objetivos.
De los líderes nombrados ninguno era especialmente simpático, no tenían cara de abuelita regalona, no buscaban una bata blanca para ser reconocidos por su pueblo.
Una cosa es ser simpaticona, otra es ser conductora de hombre y mujeres, una cosa es tener votos, otra es la capacidad para transformar los votos en proyectos concretos que satisfagan las esperanzas reales de un pueblo.
Se exige a la Sra. Bachelet que ejerza su “lideranza” sin considerar que no tiene las capacidades de un líder
Nuestra presidenta no es capaz de tener conductas de líder. No las tuvo para el terremoto de 2010, no hizo nada inteligente en relación conla conducta de su hijo y de su nuera, no las ha tenido para el incendio de Valparaíso, ni para la catástrofe del norte, ni para descalificar oportunamente las acciones de su hijo. Su patética declaración a la vuelta de Caburgua muestra a una anti-líder, nadie le ha creído que supo por la prensa del caso Caval, no ha tenido la fortaleza de exigir al Servicio de Impuestos Internos  que investigue todos los involucrados en SQM, es decir no ha tenido ningún gesto o acto de lideranza real. No tiene valor psicológico para evitar que una persona complicada en el caso SQM sea Director del SII, o tuvo temor.
El vocero, mientras tanto, insiste en que esta Sra. está “ejerciendo su liderazgo”.
Creer que una campaña comunicacional bastante burda y obvia puede transformar su desgastada simpatía en lideranza, es el error que sella estos días de errores permanentes de La Moneda.
 Julio Bazán A.



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