jueves, 26 de octubre de 2017






SENTENCIA INICUA,
 reflexiones.


Oía tranquilamente a Fernando Villegas cuando el departamento de prensa de la radio informó de la sentencia absolutoria para los 11  probables autores del asesinato del matrimonio Luchsinger Mc Kay; estupor, rabia, frustración y, también reelecciones que se prolongaron por varios días'.

¿Porque estaba pasando lo de Temuco? ¿Por qué lo de la operación huracán?

No me conformé con  mi primera reacción, absolutamente emocional, de solidaridad con mis amigos de Cautín y Malleco.

Pasaron las horas y algunos días, la reflexión serena  me permitió ver el panorama con más amplitud, desde la altura de los largos caminos recorridos defendiendo posiciones que pareciera que nadie compartía. Confieso que esta constatación, dolorosa, golpeó seriamente mi impulso y mi espíritu  de lucha.

¿Por qué?    

Porque lo que está pasando en la IX región no solamente de los fiscales, de las policías, de los jueces de esos 200 chillones que festejaban a las puertas del Tribunal.

Desde 1978 los comunistas preparaban las demandas indigenistas de autonomía territorial y política. Al ser elegido el Presidente Aylwin la izquierda tenía claro que la legislación vidente abortaría sus planes de terminar con la continuidad del territorio de la República.  Había que sustituir la legalidad vigente, la solución fue  el “Informe de Verdad Histórica y Nuevo Trato” y la activación de un sistema comunicacional de extraordinaria penetración que ha impregnado a nuestra cultura de mentiras y conceptos que nada tienen que ver con la historia ni con la juridicidad chilena.

De esta manera se ha generado en políticos, dirigentes gremiales, periodistas fiscales,  jueces y en la ciudadanía una especie de convicción  que empaña las conciencias y nubla los cerebros ante la eficaz campaña a favor de los “mapuche”.

Me preguntan que podemos hacer.

Hay que romper la casi bovina pasividad de la civilidad frente al proceso de destrucción de nuestra Patria.

Muy simple decirlo, muy difícil lograrlo en un país como el nuestro en que la comodidad es el mayor aliado de las izquierdas.

Para revertir los efectos de la ofensiva comunicacional a que se ha sometido al país durante más de dos décadas, es indispensable que los ciudadanos tomen decisiones personales que luego se transformen en movimientos ciudadanos activos y agresivamente reconstructores de la verdad. 

La Sentencia es ahora un tema para juristas, el gobierno, los políticos y los dirigentes gremiales.

Es la hora de los ciudadanos o la hora del fracaso sin reconocer culpabilidad. 

Aguantar el llanto, limpiar del rostro las lágrimas, liberar la mente de los oscuros y siniestros susurros  del fracaso.

Organicémonos para defender aquello en lo que creemos.

Como ejemplo de la influencia de la campaña indigenista termino con este párrafo:


<<Al momento en que recibí la noticia estaba siendo entrevistado Alberto Espina, haciendo las mismas afirmaciones que hizo el año 2013 cuando tuvimos un duro  enfrentamiento por sus declaraciones infundadas respecto de La Araucanía. Resalto algunas de ellas: se refirió a las 5.000.000 millones de has. La región de La Araucanía tiene 32.000 kilómetros cuadrados, esto es, 3.200.000 has, nunca explicó esta diferencia; insistió en aplicar en Chile  la “solución” de Nueva Zelandia. Este país fue reconocido como Estado en 1840, cuando la Corona del Reino Unido logró un acuerdo con los maoris, Chile era Estado independiente desde 1818 (guerra de la independencia 1810/1818) y su historia demostraba que en esos 300 años se había producido un mestizaje enorme, los maoris solo se mezclaron con los polinesios.
Este solo hecho hace imposible aplicar en Chile las soluciones neozelandesas. También afirma el Sr. Espina que ha habido superposición de títulos de dominio en la zona, olvidándose que en 1855 de dictó el Código Civil y que en 1857 se crearon los Conservadores de Bienes Raíces. Desde luego el total de las hijuelas asignadas los comuneros de las propiedades indivisas que crearon los Títulos de Merced.           El DL 2.586 fue aplicado a los Títulos de Merced, salvo a 20 que se negaron a esta entrega de títulos individuales>>.

Julio Bazán A.
26 de octubre, 2017.

 





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