Araucanía,
la tristeza que viene.
El día
11 de marzo asumirá el gobierno de la Sra. Bachelet.
¿Qué
puede esperar La Araucanía del nuevo gobierno?
Para
comenzar
1.-
Reconocimiento constitucional de “Los Pueblos Originarios”
2.-
Operatividad del convenio 169 de la OIT.
3.-
Activación de la consulta a los “originarios”.
4.- Venta
forzada de tierras para se entregadas a los mapuches, sean estos de verdad, o
lo sean de mentira amparados por la ley 19.253 del presidente Aylwin.
5.-
Activación de derechos que otorga la ley
de borde costero de la
Sra. Bachelet.
Lo
anterior responde a un pensamiento ideologizado que ha sido muy bien definido
por el Sr. Francisco Huenchumilla, intendente nominado para la zona.
El
futuro intendente de La Araucanía sostiene que el Estado chileno tiene una
deuda con el pueblo mapuche que data de hace más de 130 años, que los mapuche
fueron saqueados por el Estado chileno, que este se apropio del territorio que
la pertenece a los mapuche.
Como
corolario concluye, que el terrorismo y los actos vandálicos son consecuencia
de esta usurpación.
El Sr.
Pedro Jaramillo me envió un correo en que me transcribe afirmaciones realizadas
por el Sr. Huenchumilla que contiene estas afirmaciones. En la mañana en que me
llegó este correo don Francisco realizaba las mismas afirmaciones en Radio
Agricultura. En sus afirmaciones, totalmente coincidentes con lo aquí dicho, esgrimía su calidad de
abogado y de ex parlamentario y ministro. Desgraciadamente se olvidó de
mencionar que, cuando defiende la entrega de tierras fundamentándose en el
proceso histórico que defiende comete errores de envergadura: se olvida del
Estado de Derecho, se olvida de la propiedad inscrita, tergiversa la historia del ejercicio de la soberanía del
Estado en la región, respalda la tesis del genocidio,( tesis esta que no se
sustenta en ningún documento fidedigno emanado del Ejercito de Chile, ni
aceptada por la Academia de Historia Militar). Es decir el intendente de La
Araucanía será el promotor de todas las elucubraciones delirantes de los
activistas indigenistas que nacieron amparados por la ley ya mencionada.
Muchos
pensaran que esto poco importa, que cumplidos los cinco puntos se acabaran los
problemas, se podrá vivir en paz. No será siquiera necesario mantener activo el
“Termómetro” que mide la
violencia. Craso error.
El
problema no se resuelve con medidas que no contemplen la autonomía territorial
y autogobierno del “La
Nación Mapuche” .
Los
dirigentes de la zona se han engolosinado con la descripción detallada y
cronológicamente bien ordenada, de las atrocidades cometidas por lo vándalos,
sin querer penetrar en forma seria en
las verdaderas intenciones que sirven de fundamento real a la creación de este
conflicto artificial, creado con fines políticos, nacionales e internacionales.
Luego
solo quedará la tristeza de no haber actuado cuando aún era tiempo.
Pero, se
puede hacer algo. Si, en la medida en que se realizan acciones fundamentadas en
las verdaderas causas, organizarse para la acción pacífica, pero acción clara y
definida, con contenidos, no solamente con lamentaciones de lo terrible que ha
pasado.
Escribo
lo anterior hoy, viernes 7 de febrero de 2014. Dolorido, sufriente, frustrado
por los esfuerzos que se pierden por la ineptitud y la incapacidad human para
lograr unificar a las organizaciones ordenadas actuar. La fuerza está en
nosotros. Nuestra debilidad la está matando.
Julio Bazán A.
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