PAZ EN LA
ARAUCANÍA.
Esta frase,
generalizada, transversal, tranquilizadora, que utilizan todos los sectores que proponen como finalidad
de cualquier acción que se proponga para la región: el logro de la paz.
¿Es la paz
un bien en sí mismo? Si, ciertamente, lo es.
Entonces
¿porque ha sido tan difícil lograr la paz en La Araucanía?
La
contestación parece sencilla, y por sencilla, o por temor a la verdad, no se
expresa, no se analiza, no se debate; la violencia aumenta, los violentistas
están cada vez mejor entrenados, mejor
equipados, mejor organizados, él Estado cada vez, mas confundido.
Conseguir la
paz supone el acuerdo entre la sociedad civil, que comprende a todos, mapuches
o no mapuches, los grupos indigenistas activistas, y el Estado. Cualquiera de estos grupos que no
está disponible para conseguir la paz, destruye los procesos de pacificación.
Para poder dimensionar el problema de La Araucanía es nececesario recurrir a una simple definición: la violencia es un medio para conseguir un objetivo. El Objetivo es la creación de un estado autónomo entre al Bio Bio y el Toltén. Es decir, ceder soberanía en un territorio comprendido entre estos ríos y desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico.
La violencia
deliberada y programada es un instrumento
para cercenar la continuidad del territorio nacional.
Generar
programas de desarrollo no solo está bien, es necesario, pero hay que estar
conscientes que, por si solos, no aseguran el objetivo de paz.
Hay consenso
en que el pueblo mapuche no participa de la violencia de los indigenistas.
Negociar con ellos es posible y, con seguridad, se conseguirán importantes
avances en la integración nacional.
Per no son
estos mapuche los que no quieren la
paz. Son aquellos que reivindican la “emancipación”, la
“autonomía territorial” (entre al Bio Bio hacia el sur) del “Pueblo Nación”
mapuche.
José
Lincoqueo, abogado mapuche escribió a la entonces presidenta electa Sra.
Bachelet:
“…Chile
llega hasta la rivera norte del Bío Bío, que en su inciso final dispone que “...el
Bío Bío es la línea divisoria entre los nuevos hermanos y aliados” , es decir,
es la frontera entre Chile, y Ragko Mapu (Arauco en el idioma español de
ustedes los chilenos)”, En una conversación casual con el abogado José Lincoqueo,
sostenida en las oficinas del Archivo General de Asuntos Indígenas en Temuco,
me dijo textualmente: “…si, es cierto que estoy suspendido del ejercicio
profesional, pero solo para representar a terceros, en las demandas sobre
tierras mapuche me represento a mí mismo como copropietario de todo este
territorio junto a mis hermanos mapuche”.
Demás está decir que el Sr. Lincoqueo es referente
intelectual e ideológico de los movimientos indigenistas.
Héctor LLaitul: El pensamiento emancipatorio de la Coordinadora Arauco-Malleco / Una estrategia de Liberación Nacional Mapuche (Parte I)
<<…la CAM ha manifestado así su
posición: “Es la restitución de la
autonomía del pueblo Mapuche, el autogobierno,
la construcción de una economía interna,
el control de las relaciones sociales, el
respeto a la cultura y a la
lengua. Hemos comenzado un proceso de
acumulación de fuerzas, proceso necesario para conseguir el
objetivo de la autonomía y posterior liberación”. Entonces,
para mayor comprensión, debemos dejar claro también, que la
CAM no es separatista, no hemos planteado la creación de un Estado separado del
chileno, por tanto la demanda separatista no aparece en nuestro pensamiento y
discurso.
Lo que
si se expresa es la demanda territorial para desarrollar un proceso de
autonomía y liberación nacional. Podría parecer claro
que la demanda de recuperación total
del territorio ancestral abre la posibilidad
de una posición separatista, pero al respecto no tenemos una posición
definida.>>
Carta del Lonko Catrilanca.
…”En ese contexto, nuestras demandas
puntuales para establecer dialogo real y soluciones concretas son las siguientes
1.- Derechos Territoriales.
a) Devolución del Territorio Mapuche
desde el río Bíobío al Sur, a partir del reconocimiento explicito que el Estado
hace sobre su existencia en el Tratado de Tapihue de (1825) Art. 19”
Las afirmaciones las respaldan en el Parlamento de Tapihue,
al que otorgan categoría de “Tratado Internacional”. Esta afirmación carece
absolutamente de fundamento, así está
ampliamente refutada en el libro ¿Es Mapuche el Conflicto?
De estas
afirmaciones, entre muchas, se puede deducir con certeza quienes se oponen a la
paz en La Araucanía y lo utópico que resultan las declaraciones de políticos
que, con buena voluntad, esperan que los programas de desarrollo que impulsan pudieran
recuperar la paz en zona.
Hemos
destacado tres declaraciones que se refieren a la creación de un Estado
Autónomo, haciendo hincapié en la frase “al respecto no tenemos posición
definida”, (refiriéndose a separación del Pueblo Nación Mapuche con Chile) del documento de la CAM.”
El núcleo
del debate debería ser el tema real de discusión y de búsqueda de soluciones.
El problema radica en saber se los líderes indigenistas están dispuestos a
deponer sus objetivos.
No menos
importante es saber si los responsables del Estado chileno están dispuestos a
entregar territorios autónomos al Pueblo Nación Mapuche. Esto es, nada más y
nada menos, ceder soberanía.
Las
definiciones deberían explicitarse para saber de que se trata la búsqueda de la
paz en La Araucanía.
Hay que subrayar
que lo que ocurre en La Araucanía no es
un “conflicto social”, como livianamente se sostiene, es conflicto político,
de ejercer o no la soberanía por quienes
tienen la obligación de hacerlo.
Julio Bazán A.
2 de agosto,
2014
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