Este país está loco.
Cuando leí la noticia no lo
podía cree: uno de los formalizados por el asesinato más feroz de nuestra
nutrida historia criminal concurriría al Congreso Nacional para declarar en la
Comisión de Derechos Humanos de la
Cámara de Diputados.
Poco a poco me fueron informando
como se gestó esta invitación: una Jueza de Garantía de Temuco autorizó la
suspensión de la medida cautelar de uno de lo formalizados por el asesinato del
matrimonió Luchsinger Mackay; el matrimonio quemado vivo en Vilcún.
Me pregunté seriamente si la
Sra. Jueza había oído hablar de la separación de poderes, sin conocer los
fundamentos del fallo no podía encontrar la razón para que una Jueza aceptara
le intervención en un proceso pendiente de otro Poder del Estado.
La persona procesada había
conmovido hasta las lágrimas a un miembro de la Comisión cunado esta se
traslado a Temuco y les contó a los honorables diputados la vulneración que habían sido objeto sus derechos humanos.
El implacable persecutor de
quienes atropellan los Derechos Humanos, el comunista Gutiérrez consiguió que
la comisión decidiera convidar al Sr. José Peralino al sagrado recinto de la republica para poder protegerlo debidamente de la
represión.
Para lograr el traslado desde su
lugar de cumplimiento de la cautelar se requería de una resolución judicial que
así lo dispusiera. Y se logró la resolución.
Al traste con la separación de
poderes, al trasto con el respeto a las víctimas, al vertedero de basura de la dignidad
de la judicatura; “Bienvenido al país transformado en manicomio”.
No conozco las razones que ha
tenido un tribunal para tamaña insensatez,
pero supongo con nitidez los objetivos del comunista Gutiérrez, generar una
tribuna espectacular llevando al Congreso Nacional al procesado para aprovechar el revuelo periodístico y tapar la
legitimidad de lo actuado por la Fiscalía.
Luego, seguramente, vendría doña
Lorena Fries para defender al ofendido y denigrar lo actuado en este caso que
ha conmovido a los chilenos.
El desprestigio del Parramento se
agranda y agranda, el sistema judicial no ha escapado de las críticas por
actuaciones sesgadas y parciales, casi de propaganda política contra un partido
de la oposición.
El escándalo de los exonerados
políticos es enervante.
Nuestro país está loco.
Quienes tienen la
responsabilidad de sacarlo de la locura están anonadados, sin fuerza y
desgastándose en pequeñas rencillas de polticastros de pacotilla.
Julio Bazán A.
2 de julio, 2016.
Todo ha sido dicho y redicho, el estado de derecho al traste, el respeto a la independencia de los poderes del estado también pero que hacemos como sociedad? nada. Solo mirar con asombro a la distancia y discutir entre nosotros los miles de atropellos que presenciamos día tras día. Pocos nos hemos levantado de nuestra cómoda situación para alzar la voz, porque desgasta porque vamos a recorrer un camino largo y tortuoso donde veremos que habrán muchos aprovechando la oportunidad para sus propios fines con miras a sacar una tajadita.
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