sábado, 2 de julio de 2016

Este país está loco.






Este país está loco.

Cuando leí la noticia no lo podía cree: uno de los formalizados por el asesinato más feroz de nuestra nutrida historia criminal concurriría al Congreso Nacional para declarar en la Comisión de Derechos Humanos  de la Cámara de Diputados.
Poco a poco me fueron informando como se gestó esta invitación: una Jueza de Garantía de Temuco autorizó la suspensión de la medida cautelar de uno de lo formalizados por el asesinato del matrimonió Luchsinger Mackay; el matrimonio quemado vivo en Vilcún.
Me pregunté seriamente si la Sra. Jueza había oído hablar de la separación de poderes, sin conocer los fundamentos del fallo no podía encontrar la razón para que una Jueza aceptara le intervención en un proceso pendiente de otro Poder del Estado.
La persona procesada había conmovido hasta las lágrimas a un miembro de la Comisión cunado esta se traslado a Temuco y les contó a los honorables diputados la vulneración que  habían sido objeto sus derechos humanos.
El implacable persecutor de quienes atropellan los Derechos Humanos, el comunista Gutiérrez consiguió que la comisión decidiera convidar al Sr. José Peralino al sagrado recinto de la republica para poder protegerlo debidamente de la represión.
Para lograr el traslado desde su lugar de cumplimiento de la cautelar se requería de una resolución judicial que así lo dispusiera. Y se logró la resolución.
Al traste con la separación de poderes, al trasto con el respeto a las víctimas, al vertedero de basura de la dignidad de la judicatura; “Bienvenido al país transformado en manicomio”.
No conozco las razones que ha tenido un tribunal para tamaña  insensatez, pero supongo con nitidez los objetivos del comunista Gutiérrez, generar una tribuna espectacular llevando al Congreso Nacional al procesado para  aprovechar el revuelo periodístico y tapar la legitimidad de lo actuado por la Fiscalía.
Luego, seguramente, vendría doña Lorena Fries para defender al ofendido y denigrar lo actuado en este caso que ha conmovido a los chilenos.
El desprestigio del Parramento se agranda y agranda, el sistema judicial no ha escapado de las críticas por actuaciones sesgadas y parciales, casi de propaganda política contra un partido de la oposición.
El escándalo de los exonerados políticos es enervante.
Nuestro país está loco.
Quienes tienen la responsabilidad de sacarlo de la locura están anonadados, sin fuerza y desgastándose en pequeñas rencillas de polticastros de pacotilla.
Julio Bazán A.
2 de julio, 2016.






1 comentario:

  1. Todo ha sido dicho y redicho, el estado de derecho al traste, el respeto a la independencia de los poderes del estado también pero que hacemos como sociedad? nada. Solo mirar con asombro a la distancia y discutir entre nosotros los miles de atropellos que presenciamos día tras día. Pocos nos hemos levantado de nuestra cómoda situación para alzar la voz, porque desgasta porque vamos a recorrer un camino largo y tortuoso donde veremos que habrán muchos aprovechando la oportunidad para sus propios fines con miras a sacar una tajadita.

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