jueves, 31 de enero de 2013

ANALISIS DE LOS PROYECTOS DE LOS POLÍTICOS



Señor Director (Diario La Tercera):

Muchas dudas surgen en torno al proyecto de reconocimiento constitucional a los pueblos originarios impulsado por el gobierno. Por de pronto su urgencia llama la atención, por cuanto ese reconocimiento ya se encuentra contenido en la Ley Indígena y en algunos instrumentos internacionales ratificados por Chile (C169). Ciertamente los últimos acontecimientos acaecidos en la Araucanía han impulsado al Ejecutivo a promover esta medida. Lamentablemente nuestra historia legislativa tiene muchos ejemplos de proyectos surgidos en tiempos de crisis, los cuales lejos de solucionar los problemas que los motivaron, no han hecho más que empeorar el escenario en su globalidad. ¿Será ésta una confirmación de la regla general?. Consignemos que un proyecto de esa naturaleza, aprobado sin guardar atención a las múltiples implicancias que pudiera acarrear, implicaría admitir una disección mayor en nuestra Carta Fundamental. No sólo la noción de Estado Unitario se encontraría en cuestión, sino que también algunas garantías fundamentales podrían sufrir una repentina bifurcación. Por vía meramente ejemplar corresponde preguntarse ¿cómo podría convivir la garantía de igualdad ante la ley, frente a todo un eventual catálogo de derechos -completamente novedoso- de los cuales serían titulares sólo cierta categoría de personas?. O, en similar sentido, ¿cómo compatibilizar conceptos tales como “territorio” y “autodeterminación”, que se pudieren entender incorporados a nuestra Constitución, con ciertas garantías fundamentales contenidas en la Carta Magna, como acontece con la propiedad?. ¿Tiene nuestro ordenamiento jurídico elementos normativos suficientes que nos permitan definir y/o deslindar esa clase de prerrogativas en el evento de contradicción?. Recordemos que una de las principales características del Estado de Derecho es brindar a sus miembros la certeza jurídica necesaria para una convivencia socialmente pacífica. Pues bien, queda claro que si nos dejamos llevar por la inercia de la contingencia, y luego no pensamos adecuadamente lo que estamos haciendo, caemos en la posibilidad de restar eficacia y seguridad jurídica a nuestra carta fundamental, incrementando de paso con ello los altísimos niveles de conflictividad que afectan a la Araucanía en particular, y, por qué no decirlo, al país en general.

Cordialmente le saluda

Carlos Tenorio Fuentes
Abogado

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